Las empresas ganan más dinero y los trabajadores salud: el experimento británico que va a dar envidia a muchos españoles
El mayor estudio del mundo, que incluye a casi 3.000 personas, ha confirmado los resultados
Reino Unido prueba la jornada laboral de 4 días
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La Universidad de Cambridge llevó a examen la productividad de los empleados ingleses. 61 empresas de Reino se comprometieron a reducir en un 20% las horas de trabajo de todo su personal, sin disminución de los salarios, durante un periodo de seis meses. Las empresas participantes iban desde hospitales a bancos y compañías de construcción, entre otros. En total, fueron 2.900 los empleados que aceptaron renunciar a un día de trabajo. Los resultados han sido satisfactorios y, tal y como asegura Begoña Arce, Corresponsal de la SER en Londres, "parece que una mayoría de empresas están dispuestas a seguir con este plan".
Los resultados del ensayo arrojan datos muy positivos sobre la productividad. En este sentido, se estima un incremento de un 22%. Además, en comparación con el mismo periodo del año anterior, las bajas por enfermedad se redujeron en un 65% y el número de empleados que abandona la empresa en un 57%. Por su parte, los trabajadores relatan que sus niveles de fatiga y ansiedad se han reducido notablemente desde la reducción de su jornada. "El tiempo es lo más preciado", dice Francino. Conocer cuándo empieza y cuándo acaba la jornada laboral aumenta la calidad de vida de los trabajadores. La disminución del tiempo de trabajo garantiza un espacio para el ocio, las tareas domésticas, los estudios y el descanso. En este sentido, se salvaguarda la conciliación de la vida laboral y la vida personal.
"El único truco que hay es que yo me acuesto a las diez y media"
La conciliación a veces es compleja. Los empleos y obligaciones individuales dificultan poder desarrollar una faceta más personal. Sin embargo, hay quien ha decidido modificar sus horarios para, de esta manera, aprovechar mejor las horas del día. César Romera es un claro ejemplo. Él es padre de 6 hijos y se levanta cada día a las cinco y media de la mañana para después cumplir con su jornada laboral. "Es un cambio de calidad del tiempo", explica Romera. Este último ha confesado que en el tramo de entre las diez y media y las doce de la noche apenas realizaba algo diferente a navegar por Internet y, que por el contrario, ahora se levanta temprano y dedica su tiempo a realizar otro tipo de actividades. "El único truco que hay es que yo me acuesto a las diez y media", asegura César.
Este domingo, la periodista de el País, Belén Hernández, escribía sobre la tendencia actual de contar en redes sociales los beneficios que tiene madrugar para hacer deporte, leer o meditar antes de ir a trabajar. Ella admira a personas como César pero quiere destacar que "no todo el mundo lo puede hacer". "La sociedad nos lleva a producir, producir, producir incluso en horas sueño", sostiene.
Isaías Lafuente ha señalado la soledad y el silencio como las mayores ventajas de la actividad en horas tempranas. En este periodo no se realizan llamadas, ni se reciben mensajes. Tal y como mencionaba Hernández, las historias cómo las de César dan "la sensación de que algo se puede hacer". No todo el mundo está de acuerdo con esta esta tendencia. Pero ahora es una realidad cada ves más extendida.
Reportaje EP51 | Se busca trabajador: aquí hay empleo y dinero
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