Un año de guerra en Ucrania: "Trasladan al campo la mentalidad de no rendirse nunca"

El 24 de febrero de 2022, Rusia comenzó su invasión de Ucrania. 365 días después, la guerra continúa, trastocando la vida de miles de ucranianos. En este trágico aniversario, 'El Larguero' ha querido hablar con algunos protagonistas relacionados con el mundo deporte para entender mejor cómo se ha vivido éste año de guerra.

Del catering del Real Madrid a las ONG

En 2018, Sergio Larionov trabajaba como jefe de catering del Hotel Opera de Kiev. En uno de sus salones, un Real Madrid triunfante celebraba la victoria ante el Liverpool que le otorgaba su decimotercera Champions. Apenas cinco años después, Larionov ya no se dedica a la hostelería: "Empecé mi carrera en hostelería trabajando en un hotel y seguí en el sector hasta el inicio de la guerra. Ahora me dedico profesionalmente a la ayuda humanitaria. Estoy en una ONG que se dedica a ayudar a los refugiados".

Larionov asegura que la guerra le ha cambiado la vida, aunque su familia y él llevan mucho más de un año sufriendo sus consecuencias: "Para mí la guerra empezó en el 2014. Yo vivía en Donestk, y aquel año tuvimos que dejar nuestras casas por primera vez. La guerra te cambia la vida en un día, te cambia los planes. Cuando llegué aquí a Lutsk, pensé 'estoy menos protegido, asi que tengo que ayudar de alguna manera', pidiendo ayuda humanitaria a España".

"Lo más duro es entender que ahora me pones esta pregunta y no sé ni como contestar", comenta Larionov sobre los momentos más difíciles que le ha tocado pasar. "Desafortunadamente la guerra se nos ha convertido en algo bastante rutinario. No puede ser feliz al 100%, siempre estás con la idea en la cabeza de que la guerra sigue y no tienes derecho a ser muy feliz", ha añadido.

Los protagonistas de 'El Larguero', un año después

Héctor González ha reunido a tres de los protagonistas que ya hablaron con 'El Larguero' hace un año, cuando acababa de comenzar la invasión rusa, para conocer su situación actual y cómo han vivido este año.

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• Lluís Cortés, entrenador de la selección femenina de Ucrania, trabaja en la distancia con sus jugadoras: "El último partido fue en septiembre contra España, y desde ese día no nos hemos vuelto a concentar. Los partidos los seguimos por internet"
• Carlos Molina, jugador español del Motor Zaporiyia de balonmano. La segunda división de Alemania les invitó a jugar allí, y ahora compiten y vien en Dusseldorf: "Los ucranianos tienen una fuerza increíble, no les he visto llorar nunca. Se sienten muy forasteros aquí. Los que están solteros y no tienen familia viven en un apartahotel de apenas 30 metros".
• Andrey Gamaiunov, soldado ucraniano apasionado del Betis, vive algo más seguro que en los primeros días de la invasión: "Claro que estoy siguiendo al Betis, pero estamos teniendo muchos problemas con la electricidad, así que me he perdido muchos partidos. Ahora ya no hay patrullas ni tanto peligro".

Igor Jovicevic, entrenar a un equipo sin estadio ni aficionados

Por 'El Larguero' también ha pasado Igor Jovicevic, entrenador del Shaktar Doneskt. El equipo ucraniano eliminó ayer mismo al Reims en los dieciseisavos de la Europa League, y su técnico ha comentado cómo ha sido la vuelta a Ucrania desde Francia, y la victoria en un día tan señalado: "Ya en la previa del partido, sabíamos que era una fecha que vamos a llevar con nosotros toda nuestra vida. Hoy, al año, volvemos de Francia a Ucrania, lees los portales en Internet que Rusia está preparando algo grande, y no sabes qué esperar".

"Estamos exhaustos por el partido, hemos hecho un esfuerzo sobrenatural", ha comentado el entrenador croata sobre la vuelta del Shaktar a los terrenos de juego tres meses después, en un partido con prórroga y penaltis. "Normalmente cuando tienes que descansar tienes que volver a Ucrania, coger el avión, luego el autobús, pasar la frontera. Pierdes mucho tiempo, porque cuando deberías estar descansando, estás sentado en el autobús o esperando en el aeropuerto. No es perfecto, pero hemos aceptado la situación y compaginamos la emoción de competir con cómo sobrevivir en Ucrania".

"Es nuestra vida diaria, lo aceptas y peleas. Creo que esta mentalidad de no rendirse nunca jamás la trasladan al campo", ha comentado Jovicevic sobre su plantilla, llena de jugadores ucranianios. "No hay otra lógica a cómo puedes ganar a los mejores que tú, o a los más caros que tú, que esto. Es lo que llevan dentro, jugamos con el corazón y es lo que nos lleva ahora mismo a competir".