La evaluación encargada por la Comisión Europea detecta 12 millones sin justificar en el proyecto liderado por el general del 'caso Mediador' en El Sahel

Madrid

La Comisión Europea encargó a un grupo de expertos que analizasen el grado de eficacia y cumplimiento del proyecto GAR-SI SAHEL, liderado por la Guardia Civil, que nació en 2017 con la intención de ayudar, formar y equipar a las gendarmerías de Mauritania, Burkina, Malí, Níger, Senegal y Chad, para que luchasen contra el terrorismo y el crimen organizado en El Sahel. Al frente de aquel proyecto, entre 2017 y 2021, estuvo el general de división de la Guardia Civil, Francisco Espinosa Navas, detenido y en prisión provisional por su presunta pertenencia a una organización criminal, dentro del Caso Mediador.

El resultado de aquella investigación refleja un diagnóstico nefasto de aquel proyecto. Los propios evaluadores hacen una clara advertencia al comienzo de su informe donde “se llama la atención de los lectores porque el informe puede arrojar una visión negativa sobre la situación de los GAR-SI en la región”. Y así es, el informe de Evaluación Final del Proyecto GAR-SI SAHEL, fechado el 25 de abril de 2022, al que ha tenido acceso la Cadena SER, está plagado de sombras sobre la gestión que llevó a cabo el general Espinosa Navas durante 4 años.

Los evaluadores estiman que durante el mandato del general de división de la Guardia Civil “hay, al menos, 12 millones de euros de gastos imprudentes e injustificados, sin tener en cuenta las dificultades encontradas con la Manufacture des Equipements Militaires (MANEM) en Chad, que tiene el monopolio importación de equipo militar”.

Según los investigadores, entre 2017 y 2021, en este proyecto sustentado con fondos europeos – gestionados por la Fundación FIIAPP- se identificaron “errores significativos en la elección de los equipos de protección” que se vendieron a las policías de Mauritania, Burkina, Mali, Níger, Senegal y Chad “lo que condujo a gastos imprudentes debido a la compra de materiales que no era útiles", como los chalecos antibalas que se vendieron, otros "que no se utilizaron", por ejemplo, equipos de visión nocturna, también material "de calidad insuficiente", como los vehículos blindados y otros "que no se adaptaban a las condiciones culturales y climáticas locales”.

En la evaluación encargada por la Comisión Europea se recoge que las elecciones de material y de los equipos – impuestas por el general Espinosa Navas, según las fuentes consultadas dentro del proyecto GAR-SI SAHEL- “no siempre estuvieron relacionadas con las necesidades y condiciones de uso en el contexto de El Sahel”. Esa elección errónea “provocó gastos desconsiderados que socavaron la eficiencia del proyecto, el uso adecuado de los recursos, sin mencionar las pérdidas sufridas”, y añaden, “esas elecciones inapropiadas han tenido un impacto significativo en la eficiencia, operatividad y sostenibilidad de estos medios”.

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Este informe de evaluación fue notificado a varios servicios de la Unión Europea en Bruselas, a través de las delegaciones de gestión de proyectos. Sin embargo, los responsables de la Comisión Europea encargados de controlar el proyecto GAR-SI SAHEL no quisieron elevar estas irregularidades ante la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF), amparándose en que el informe “no era vinculante”, según han relatado fuentes de la Comisión Europea a la SER y en que esos 12 millones sin justificar detectados en la investigación "se basan en estimaciones realizadas sobre la base de los datos financieros disponibles", tal y como reconocen los propios evaluadores.

Los técnicos de Altair Asesores a los que la Comisión encargó esta investigación señalan en su informe que su evaluación - basada en el método de la OCDE- se llevó a cabo con “total independencia, objetividad, sin influencias internas o externas, y en cumplimiento de la ética necesaria en este tipo de estudio”. Pero en el mismo documento se especifica también que ese trabajo está “respaldado y guiado por la Comisión Europea” pero “el informe no refleja necesariamente las opiniones y puntos de vista de la Comisión Europea”.

Tal y como adelantó la SER, ya en 2018, la propia Comisión Europea alertó a España del sistema de contratación aplicado por el general de la Guardia Civil durante su etapa al frente del proyecto GAR-SI SAHEL, a través de varias cartas en las que recordaba advirtió del criterio que estaban aplicando en los pliegos de contratación y le recordó la necesidad de respetar los principios de concurrencia, transparencia e igualdad de trato de los licitadores.

El proyecto GAR-SI SAHEL fue una iniciativa del Ministerio del Interior que fue encomendado a la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), encargadas de gestionar los gastos. Se creó un consorcio para implementar el proyecto, liderado por la Guardia Civil en el que también se incluye a la Gendarmería Nacional de Francia, a los Carabinieri italianos y a la Guarda Nacional de la Republicana portuguesa. Inicialmente, la duración del contrato fue de 20 meses, se amplió a 75 meses y vence en marzo de 2023.

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Sexo con un "churumbel" en el 'caso Mediador'

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