Blinken y Lavrov hablan durante menos de 10 minutos en la cumbre del G20
Washington había acusado previamente a Rusia de "estropear" la cumbre por su invasión de Ucrania mientras que Moscú acusa a Occidente de comportarse de un modo "indecente"
Mientras Rusia ha vuelto a causar víctimas mortales esta pasada madrugada en un ataque sobre Zaporiyia, la invasión de Ucrania protagoniza la reunión de ministros de las principales economías del mundo y algunos países emergentes que se celebra en la India. Un encuentro en el que están presentes representantes de Estados Unidos, Rusia, China y los principales países de la Unión Europea y del que que no sale ningún tipo de documento consensuado sobre la guerra por la tensión reinante entre las grandes potencias. Rusia y Estados Unidos se han sentado por primera vez a la misma mesa desde el pasado verano, y ya antes de iniciarse la reunión y a pesar de las llamadas de los anfitriones indios en pos del diálogo y el consenso, se han cruzado mensajes y acusaciones entre los distintos representantes presentes.
Pido perdón a la India por el comportamiento indecente de algunas delegaciones occidentales
— Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso
"Pido perdón a la India por el comportamiento indecente de algunas delegaciones occidentales que han querido convertir el trabajo del G20 en una farsa". Ese ha sido el saludo del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, alejando cualquier esperanza de que hoy hubiera un acercamiento oficial por parte del Kremlin hacia Occidente. Minutos después ha sido el turno del Secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, quien ha pedido a Rusia la inmediata "retirada" de Ucrania y ha lamentado que la "injustificada agresión de Rusia ha estropeado esta reunión". En la misma línea se ha expresada la titular alemana de Exteriores, Annalena Baerbock: "19 países han dejado claro que esta guerra tiene que terminar. Algunos de un modo implícito o indirecto porque tienen otros problemas y otros de un modo explícito pidiéndole a Rusia que pare los bombardeos y que retire sus tropa". Con esta puesta en escena, la posibilidad de que los países participantes firmaran una declaración conjunta en la que condenen la guerra era remota y el propio representante ruso lo ha confirmado después, culpando a Occidente del fracaso.
Conversación al final del G-20
No ha habido acuerdo para una declaración conjunta, pero Antony Blinken y Sergei Lavrov sí que han llegado a conversar después de los mensajes iniciales que se han lanzado. Blinken le ha expresado en esa reunión no prevista que Estados Unidos está dispuesto a ayudar a Ucrania a resistir el tiempo que sea necesario y le ha pedido que se piense su decisión de abandonar el tratado de desarme nuclear que ambos países tenían firmado. Rusia por su parte niega que en la conversación se haya producido ningún tipo de negociación entre ambos países.
Además del cara a cara entre Estados Unidos y Rusia, un tercer actor hacía difícil hoy un consenso: China. Los países europeos y Estados Unidos han vuelto a exigir a Pekín que condene la invasión, algo que de momento no ha hecho el gobierno de Xi Jinping. España se ha sumado a esa posición por lo que, según el ministro José Manuel Albares, constituye un ataque al multilateralismo. Albares ha reconocido que es muy difícil llegar al acuerdo en la India.
Desgraciadamente la intervención del ministro de Asuntos Exteriores ruso ha sido una intervención dentro de la narrativa rusa, negando la ilegalidad de la guerra, y no escuchando a todos aquellos que pedimos una paz para Ucrania
— José Manuel Albares, ministro de Exteriores
Y a eso se suman otros puntos de fricción entre Washington y Pekín, como la crisis de los supuestos globos espía o las acusaciones desde Estados Unidos de que la pandemia se originó por un error en un laboratorio chino. Antes de que todos los países se sentaran a la misma mesa, distintas delegaciones han hablado con la representación china para intentar convencer a ese país de que dé un paso adelante contra la escalada militar de Rusia. "La neutralidad premia al agresor" ha sido el mensaje que le ha trasladado por ejemplo la ministra de Exteriores de Alemania. China se ha limitado a decir que "jugará un papel constructivo" en el conflicto, aunque sin detallar en qué consistirá.
Estados Unidos recuerda además que Rusia no ha firmado una renovación del tratado para la exportación de grano desde el Mar Negro, elemento fundamental para evitar la hambruna en terceros países de África o Asia. Rusia por su parte argumenta que las sanciones de los países occidentales suponen un "entierro vergonzoso" de cualquier posibilidad de acuerdo también en este asunto. La India espera que se puedan tocar otros temas más allá de la guerra como la seguridad energética o la crisis alimentaria generada por la crisis global, así como los desafíos para combatir el terrorismo.
Enfrentamiento también en otros organismos
En paralelo a la reunión en Nueva Delhi, Estados Unidos y Rusia también han continuado su escalada verbal en distintos organismos de Naciones Unidas. En la Conferencia de Desarme ha intervenido primero el representante del gobierno ruso Sergei Ryabkov, quien ha defendido la suspensión del tratado antinuclear que su país había firmado con Estados Unidos. Como en otros aspectos relacionados con la guerra, Rusia culpa a Occidente de sus propias decisiones y ha argumentado que Washington usaba detalles del pacto para que Ucrania ataque puntos estratégicos rusos. Para Ryabkov la guerra de Ucrania es "un enfrentamiento entre potencias nucleares" que puede tener consecuencias desastrosas. Y de nuevo Blinken ha respondido después, en su caso en su intervención ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, donde ha acusado a Rusia de implementar un "amordazamiento sistemático" de su sociedad civil y pide a Naciones Unidas que realice un "recuento imparcial de los abusos de Rusia en Ucrania".
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...