La OIEA avisa sobre los ataques cerca de la central de Zaporiyia: "Un día se nos va a acabar la suerte"
El director general del organismo recuerda que la mayor central nuclear de Europa se ha quedado hasta seis veces sin energía por los ataques de Rusia
"Cada vez que la central de Zaporiyia se queda totalmente sin energía estamos lanzando un dado. Y si seguimos dejando que pase una y otra vez, un día se nos va a acabar la suerte". Así de contundente ha sido el Secretario General de la Organización Internacional de la Energía Atómica, Rafael Grossi, en su intervención hoy ante la directiva de la organización horas después de una nueva oleada de misiles rusos sobre territorio ucraniano. El ataque ruso ha vuelto a dejar sin energía a la mayor central nuclear de Europa, que está ocupada por militares rusos desde el 4 de marzo de 2022 y que, en la práctica, funciona como en una base para sus tropas.
Grossi ha recordado que la situación de hoy es la sexta vez que se repite y su mensaje ha sido por ello muy claro hacia los propios miembros de la organización. "¿Qué estamos haciendo? ¿Qué hacemos para evitar que esto pase? ¡Somos la OIEA!", ha dicho Grossi dejando varios segundos de silencio entre frases en su intervención, "nuestro propósito es velar por la seguridad nuclear", ha concluido.
La central funciona con diésel
Al quedarse sin su última línea de suministro eléctrico, la OIEA ha confirmado que la central nuclear funciona gracias a los generadores de emergencia. Hay una veintena de ellos y hoy son ocho los que están evitando el sobrecalentamiento del núcleo del reactor. Según los observadores internacionales, hay todavía diésel suficiente para que la central pueda seguir funcionando dos semanas más de esta manera.
Después de comprobar que Rusia ha instalado abundante material militar alrededor de la central, la OEIA lleva meses pidiendo que se cree una zona específica de seguridad alrededor de la planta para evitar un accidente. La interrupción del suministro de electricidad derivada de los bombardeos puede acabar provocando que se caliente demasiado el reactor, lo que provocaría una fusión del combustible y, en consecuencia, la liberación de radiactividad. La empresa que gestiona esta central, Energoatom, ha alertado también después de los ataques de la pasada madrugada que "debido a que la central está ocupada y a que Rosatom, la empresa estatal de Rusia, interfiere en nuestro trabajo, las posibilidades de Ucrania de mantener la planta funcionando de modo seguro se han restringido considerablemente".
Reportaje EP61 | Regreso a Ucrania después de un año de guerra
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...