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Todas las claves para entender cómo afectará la nueva reforma de pensiones

El ejecutivo apuesta por una subida de las pensiones y las bases mínimas de cotización

Una pensionista observa un escaparate este viernes / LUIS TEJIDO (EFE)

Madrid

El pasado jueves, los socios de coalición del Gobierno y Unidas Podemos dieron el visto bueno al segundo bloque de reformas del sistema de pensiones. Una reforma consensuada con la Comisión Europea, que ha sido presentada este viernes tanto a sindicados, como a la patronal este viernes, y que vuelve a plantear dos preguntas esenciales: cómo se va a financiar este nuevo modelo y cómo van a cobrar la pensión los jubilados.

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La propuesta pasa por un sistema dual para calcular la pensión, de forma que esta se pueda calcular en función de los últimos 25 años cotizados, mientras que a quien le venga mejor, porque ha tenido una carrera más irregular, podrá elegir entre sus últimos 29 años cotizados, descartando los dos peores, para que así en la práctica cuenten 27 años.

Esta fórmula está pensada para carreras más discontinuas, que afectan trabajadores a quienes despiden al alcanzar cierta edad, o mujeres que se ven obligadas a detener su vida laboral para cuidar a hijos o personas mayores que estén a su cargo, y convivirá con la que se ha estado implementando hasta ahora de los 25 años, que tradicionalmente ha beneficiado a quienes tienen carreras lineales, donde su suelto aumenta progresivamente a medida que avanza su edad.

La norma se implantará de forma gradual a partir de 2026, y la seguridad social será la encargada de evaluar la situación, y comunicarle al jubilado cuál de las dos fórmulas es la más conveniente según su caso, es decir, la que más pensión le retribuya. Las dos opciones convivirán hasta 2044, cuando ya solo se aplique la nueva.

Una 'cuota de solidaridad' y equidad intergeneracional

El gobierno también plantea subir el ingreso de la caja de las pensiones, aumentando la cotización de las rentas más altas. De esta forma, los sueldos de más de 4.495 euros al mes, dejarán de cotizar únicamente hasta esa cantidad en lo que se ha bautizado como 'cuota de solidaridad'. Mientras que los salarios que estén por encima de la base máxima de cotización, que ahora se sitúa en 54.000 euros anuales, pagarán un 1% más de todo lo que supere esa cantidad hasta el sueldo real.

Esta medida se implantará en 2025, y se aplicará progresivamente hasta 2045, cuando el recargo será del 6%. Paralelamente, aumentarán las bases máximas de cotización, sumando un 1,2% a lo que marque el IPC. Esto se ha diseñado para que vaya subiendo año a año hasta 2050, ya que cuando llegue este momento, se calcula que se habrá jubilado la generación de 'baby boom', especialmente numerosa, mientras que se habrá acumulado una subida de las bases máximas del 38%. Por otra parte, la pensión máxima también subirá, pero únicamente un 0,01%.

La cotización finalista llamada 'mecanismo de equidad intergeneracional' (MEI), que es del 0,6%, también se modificará, subiendo al doble hasta alcanzar un 1,2% en 2029. El gobierno calcula que esta reforma de las pensiones permitirá que se refuerzan los ingresos de la seguridad social en tres puntos del PIB, más en 2050, que nuevamente es cuando se calcula que habrá un mayor número de jubilaciones.

Los empresarios acusan al gobierno de 'voracidad recaudatoria'

La reforma ha generado reacciones muy dispares entre sindicatos y patronal una vez se ha dado a conocer. Los empresarios han querido mostrar este viernes su "frontal oposición", tachando la reforma de "regresiva" y "populista" además de acusar al Gobierno de haberla presentado "sin el necesario debate y diálogo social". Por su parte, esta ha tenido una mejor acogida entre los líderes de UGT y Comisiones obreras, que ven con buenos ojos la propuesta principal que amplía a 29 años el cálculo de la cotización, hablando de "un gran paso" y una "buena dirección".

Claves de la nueva reforma de las pensiones, con Javier Ruiz