El estado emocional de los españoles: el 60% se siente triste, deprimido y preocupado

Madrid

Cuatro de cada diez españoles valoran de forma negativa su salud mental. Los que peor los jóvenes y mucho más las mujeres que los hombres. Son datos de un informe que han presentado hoy la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña. Es el estudio más ambicioso hasta la fecha sobre salud mental. En él han participado más de 2.000 personas, entre ellas profesionales la sanidad, población en general y personas que tienen o han tenido problemas de salud mental.

Casi la mitad de la población dice que ha padecido alguna vez depresión, ataques de ansiedad o pánico. Cerca de un 15% de la población ha tenido ideas o intentos de suicidio y un 9% se ha autolesionado. Un 75% de los encuestados cree que la salud mental de los españoles ha empeorado por las dificultades económicas, por la incertidumbre ante el futuro, por la presión, el estrés y las exigencias a las que nos sometemos a diario y porque perciben que estamos en una sociedad más individualista y competitiva.

Quienes tienen de 18 a 24 años son los que más ansiedad y depresión tienen, cinco veces más que la media. De hecho la edad media del diagnóstico son los 26 años. La situación económica y laboral es lo que más insatisfacción genera, aunque los detonantes suelen ser, sobre todo, los problemas familiares y la autoexigencia profesional, escolar o académica.

Cerca del 20% de la población de más de 18 años consume ansiolíticos y antidepresivos y de ellos, el 73% lo hace a diario. Según el presidente de la Confederación de Salud Mental España, Nel González, el consumo tan elevado de fármacos, sobre todo entre los jóvenes, "está tapando la falta de profesionales especialistas". Ahora mismo uno de cada cuatro españoles acude actualmente a un profesional de la salud mental.

El 58,5% ha sufrido el rechazo de su entorno en algún momento y el 55% ha sentido incluso discriminación, siendo la laboral el ámbito más común en el que se produjo. Un 56,4% de la población confiesa que ha compartido sus problemas de salud mental con padres, hermanos o hijos; el 53% con sus amistades; el 32% con otros familiares; el 12,9% con los compañeros de trabajo y un 11%, no ha confesado a nadie el sufrimiento psicológico que padecía.