La próxima gira de Bob Dylan será sin móviles: "Va a ser un poco raro"

Al chico de 19 años que fue hace unos días al último concierto de Quevedo probablemente le parezca extraño, y hasta una temeridad, que hace unos años nadie acudiese a un concierto sin su mechero. Hoy en día, en cuanto suenan los primeros acordes de una balada, los asistentes a un concierto se apresuran a encender la linterna de sus móviles. Ese es solo uno de lo cambios que ha sufrido la industria de la música en vivo. La evolución también se nota en las entradas: "Antes había solo de dos tipos, pista o grada. Ahora hay 17, dependiendo de lo que estés dispuesto a pagar", explica el crítico musical Luis Hidalgo en 'El Faro'. Contra los cambios, hay artistas que deciden revelarse. Bob Dylan, por ejemplo, ha optado por que en su próxima gira el público centre las miradas en el escenario y no en las pantallas de sus teléfonos. "En la entrada lo meterán en una bolsa y no se podrá usar, va a ser un poco raro", asegura Hidalgo.

Este crítico musical ya ha visto otras extravagancias de este tipo. En un concierto de Van Morrison prohibieron a los periodistas usar sus ordenadores desde el palco de prensa para tomar notas. "Parecíamos críos en el colegio, escondiendo los ordenadores para que no nos viesen trabajar", bromea. Él es de los que cree que será difícil trabajar en el vivo de Dylan si el nobel no les permite entrar con móviles: "Nos fastidia un poco, porque el teléfono es una herramienta de trabajo en un concierto".

Frente al rechazo de Morrison o de Dylan a las tecnologías, hay artistas que apuestan por integrarlas en su show. Rosalía, sin ir más lejos, ha construido su gira de 'Motomami' pensando en el consumo a través del móvil. La artista maneja una cámara durante la actuación, baja a saludar al público mientras los graba con un teléfono y lo muestra todo en dos pantallas verticales junto al escenario. Esta apuesta recibió tantas críticas como alabanzas, e Hidalgo se sitúa en los del segundo grupo. "Yo creo que en el caso de Rosalía había un planteamiento inteligente, que tenía sentido y que quería conectar con el lenguaje de su público y lo logró. A mí el concierto me gustó", resuelve.