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Sociedad

Los chips de Elon Musk para dibujar con la mente

Repasamos las últimas novedades en investigación cerebral

Los chips de Elon Musk para dibujar con la mente

Estamos en la semana del cerebro. Se celebra para concienciar sobre la importancia de estudiar este órgano tan desconocido pero con el que pasamos tanto tiempo. Así que hoy, barriendo para casa como siempre, vamos a hablar de algunas de las últimas novedades en la investigación del cerebro.

El domingo me acerqué a la Fundación Telefónica, a la exposición de Cerebro(s) y me encantó. Totalmente recomendada. Especialmente me gustó que hubiera incluso cola para entrar, lo que quiere decir que hay mucha gente interesada en aprender más.

Vamos con las 2 curiosidades.

Curiosidad 1: El futuro ha llegado.

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con tener superpoderes? Tipo Matrix, te insertan un chip en el cerebro y aprendes kung fu en 30 segundos. Hasta ahora, solo fantaseamos con ello, pero Elon Musk (la misma persona que ha comprado Twitter y nos quiere llevar a Marte), fundador y propietario de Neuralink quiere llevar la ficción a la realidad en menos de 6 meses.

De momento no vamos a aprender kung fu tan rápido, pero están desarrollando un chip que te lo implantará un robot en media horita, directamente en tu cerebro, y podrás controlar el móvil o el ordenador sin tener que tocarlo.

La función principal es que humanos y tecnología se conecten del todo.

Esto puede beneficiar a personas que, por ejemplo, tienen parálisis, parkinson o alzheimer, y que no pueden mover su cuerpo. Con Neuralink podrán usar el móvil o el ordenador sin tener que tocarlo. La idea es que terminemos dibujando, haciendo fotos, controlando máquinas pesadas o jugando a videojuegos con la mente.

Hay una parte de la sociedad (sobre todo los familiares de personas con problemas neurodegenerativos) que lo consideran un gran avance. Igualmente, son también comprensibles los miedos de la gente ante un chip que se implanta directamente en el cerebro. Si el miedo de control ya era grande esto lo aumenta por mil.

Este chip lo han testado ya en 19 tipos de animales distintos, y ahora van a comenzar a probarlo en humanos.

Curiosidad 2: Mapeo del cerebro de una mosca.

El equipo liderado por el español Albert Cardona, ha conseguido, por primera vez, hacer el mapeo del cerebro de una larva de mosca, neurona a neurona, lo que nos acerca un poco más a entender el pensamiento humano.

Esto quiere decir que el cerebro no funciona por bloques, sino que está completamente conectado por las neuronas y las conexiones entre ellas.

Esta larva de mosca tiene 3.016 neuronas y 548.000 conexiones entre ellas, pero es que el cerebro humano tiene más de 86.000 millones de neuronas y más de 1.000 billones de conexiones neuronales. Por eso es tan complicado entender el cerebro humano y por eso aunque sólo suponga el 2% del peso de la masa corporal, consume el 25% de energía.

Al final las 3.000 neuronas de la larva parecen muy pocas. Pero como dice Cardona: “Esta larva es capaz de encontrar comida por sí misma, tiene memoria a corto y a largo plazo. Es un animal muy autosuficiente”. Por eso entender sus conexiones neuronales nos ayuda a entender un poco más el cerebro humano.

Este proceso de entender que el cerebro no es una masa difusa sino que está organizado por las neuronas lo comenzó Santiago Ramón y Cajal en 1888, dibujando a mano cada estructura cerebral y sus conexiones. En la expo de Fundación Telefónica podemos ver varios de sus dibujos, todo un avance para las herramientas de las que disponían en aquella época.

En El País cuentan cómo Cardona ha usado medios un poquito más sofisticados, y es que lo que hicieron fue extraer el sistema nervioso de la mosca, cortarlo en unas 5.000 lonchas muy finas y observarlas en un microscopio electrónico. Luego unieron con precisión todas las imágenes, como cuando haces con el móvil una foto panorámica, y entonces ya podían verlo tridimensional, como si estuviesen en Google Maps.

Lo siguiente que quieren investigar sería la abeja, que tiene 1 millón de neuronas, porque tiene la capacidad del lenguaje (se comunican entre ellas) y también tienen memoria, porque recuerdan sitios específicos en kilómetros de paisajes. Entonces ver el mapeado de su cerebro ayudaría a entender cómo saben ir de un lugar a otro y sobre todo cómo se lo explican a otras abejas.

También quieren avanzar con el mapeo del cerebro del ratón, y se está valorando a nivel mundial porque se espera que tendrán que pasar unos 10 o 15 años y costará una barbaridad. Entre 500 y 1.000 millones de dólares solo para hacer el trabajo preliminar.

Al final, como dijo el científico Emerson Pugh: “si el cerebro humano fuera tan simple que pudiéramos entenderlo, nosotros seríamos tan simples que no lo entenderíamos”.