Dos mociones, dos Partidos Populares: el cambio de discurso del 'no' de Casado a la abstención de Gamarra

Madrid

Año 2020. El portavoz de Vox, Santiago Abascal, proponía su primera moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez. En el momento de esa moción, que ahora parece muy, muy lejana, el líder del PP era Pablo Casado. Los suyos le alentaban al combate entre aplausos, pero no contra Sánchez, el objetivo en el Congreso era otro. "Señor Abascal, en política lo que no es posible es falso. Antonio Cánovas, confío que le suene". Así arrancaba el presidente de los populares su discurso, arremetiendo contra el líder de Vox. Los tiempos, dos años y poco más tarde, son diferentes.

"Por el grupo popular en el Congreso, tiene la palabra la señora Gamarra Ruiz-Clavijo". La presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, daba así paso este miércoles por la mañana, en la segunda sesión del debate de la nueva moción de Vox contra Sánchez, a la portavoz del PP en el Congreso. Una Cuca Gamarra que hace dos años aplaudía con fervor a Casado, ahora empezaba sus palabras sobre el atril dando cariño al candidato propuesto. "Deseo comenzar dando la bienvenida al profesor Tamames a esta que fue su casa".

Luego ha recordado que el PP no está atado a nadie. "Somos un partido sin ataduras, un partido con criterios propios que solo se guía por el interés general de los ciudadanos". Hacía un alarde de independencia, pero la independencia se demuestra independizándose. "Lo que aquí se vota hoy es si usted está capacitado para ser presidente de la cuarta economía del euro. La respuesta ya era evidente y ha quedado aún más clara: No", decía Casado en 2020, mensaje dirigido a Abascal. Ese PP no se anduvo con rodeos para explicitar su negativa a aprobar la moción, a diferencia de lo ocurrido este miércoles.

"No vamos a votar a favor de esta moción por respeto a los españoles y no vamos a votar en contra por respeto a usted, señor Tamames", explicaba Gamarra para justificar la abstención. Si bien es cierto que los discursos giraban sobre algo parecido. "Le han regalado una cortina de humo, lo que más le gusta a Sánchez, para tapar unos días sus escándalos", afirmaba este miércoles la portavoz popular. Casado, dos años antes, iba por la misma línea: "El Gobierno aprovecha esta moción para ocultar el fracaso de su gestión".

Vox había echado un capote a Sánchez en ambos casos. Pero la forma de decirlo, era diferente. "Hoy Sánchez saldrá de este coso a hombros de los diputados de Vox y con su tendido ovacionándole. Vaya capote le ha echado y vaya bajonazo con el que remata la faena, señor Abascal. Quería cortar las dos orejas del PP y ha acabado de monosabio de Pablo Iglesias". Y seguía con más estocadas. "Esta moción no la dispara contra el Gobierno, sino contra el partido que le ha dado trabajo 15 años y lamento decirle que el tiro le ha salido por la culata. [...] Es la hora de poner las cartas bocarriba, hasta aquí hemos llegado".

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Casado concluyó su ronda de embestidas a Vox apelando al centro del tablero político y Gamarra, por su parte, lo ha hecho pidiendo lecciones, pero a Sánchez. "Por una vez haga algo noble por su país y convoque [elecciones], váyase con dignidad porque usted sabe perfectamente que su tiempo se ha acabado". La realidad es que hace ahora un año el tiempo se acabó para el hombre que atrevió, al menos por un rato, a despegarse de Vox, se agotó el tiempo de Pablo Casado, que para el PP ya es pasado.