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¿Qué consecuencias puede tener que tengamos 30º C en marzo?

Un experto del CSIC analiza los motivos de estas altas temperaturas y explica qué puede pasar este verano

Madrid

Esta semana hemos visto en los termómetros temperaturas más propias del verano que de principios de primavera. Prácticamente en todo el territorio se han superado los 25º C y en algunas zonas como Sevilla, Córdoba, Murcia o Bilbao se ha llegado a los 30º. Altas temperaturas que no dejan de ser un síntoma de lo que los científicos vienen advirtiendo desde hace años: el cambio climático es ya emergencia climática y vivimos algunas de sus consecuencias.

El investigador del instituto pirenaico de ecología del CSIC Sergio Vicente Serrano recuerda en Hoy por Hoy un famoso refrán que dice que "cuando marzo mayea mayo marcea". Y es que en marzo puede ser habitual que se produzcan situaciones de rachas de calor como la que se ha producido estos días, de hecho, a lo largo de la serie histórica ya se habían alcanzado los 30 grados en algunas ciudades españolas en marzo. Es un fenómeno que se produce de forma habitual en primavera, lo que no es tan normal es que se produzca "con la frecuencia e intensidad" de ahora: "Que estemos registrando récords cada pocos años", resume este experto.

La explicación tras estas temperaturas

"En estos momentos se da una situación meteorológica específica: tenemos un anticiclón un poco al norte de las Islas Canarias y eso hace que estén llegando unas masas de aire muy cálidas desde el Sáhara, sobre todo a las Islas Canarias —donde sí que se han superado los récords que teníamos en este mes de marzo históricamente— y que ese anticiclón mande flujos de dirección sur muy cálidos hacia la Península", explica Sergio Vicente Serrano.

Que ocurra esto es propio de la variabilidad del clima, no es una consecuencia del cambio climático, pero "bajo condiciones de forzamiento antropogénico o condiciones de calentamiento global, esas situaciones producen unas temperaturas mucho más altas que las que se producirían bajo las mismas condiciones atmosféricas", apunta el experto del CSIC.

Consecuencia de la acción humana

Aunque la variabilidad climática sea normal, también es necesario asumir que las consecuencias de la acción humana también están detrás de ese aumento de temperaturas por encima de lo normal: "Que, bajo unas condiciones meteorológicas concretas, ahora mismo estemos registrando unas temperaturas más altas que con esas mismas condiciones atmosféricas hace 50 o 60 años, se debe fundamentalmente a que tenemos ahora mismo una atmósfera que contiene una mayor cantidad de energía, por ese proceso causado por el efecto de los gases de efecto invernadero. Lo que hacen es que cuando tengamos un evento de este tipo que habitualmente produce temperaturas por encima de la media pues esta vez sean muy superiores".

España se encuentra en una región de contacto entre las masas de aire subtropicales y polares en las que se producen una serie de ondulaciones en la atmósfera, eso explica los cambios de temperatura en poco tiempo: "No hay que olvidar que la atmósfera es un fluido en movimiento que trata de reajustar el calor entre unas regiones y otras del planeta y en este caso es normal que se produzca variaciones muy rápidas en pocas horas entre unas condiciones frías o cálidas".

¿Qué provocan estas temperaturas en marzo?

A la hora de hablar de las consecuencias, Sergio Vicente Serrano marca diferencias entre el verano y la primavera: "Desde un punto de vista socioeconómico, este hecho no tiene parangón a cuando ocurre en verano, con temperaturas mucho más altas: se producen afecciones sobre la salud humana, muchos impactos sobre la vegetación natural, mayor estrés, mayor peligrosidad de que se produzcan incendios forestales, mayor evaporación en las masas de agua continentales como embalses... Este incremento de las temperaturas en primavera, tiene un impacto menor pero también es importante: la vegetación ya empieza a demandar una mayor cantidad de agua y eso puede hacer que cuando llegue el verano esos suelos estén más secos y el estrés en la vegetación sea superior".

Por otro lado, la vegetación se puede estar activando de forma temprana: "Las plantas florecen antes y eso las hace más expuestas a, por ejemplo, el hecho de que se produzcan heladas tardías que suelen ser frecuentes, por ejemplo en el mes de abril. Estas temperaturas anómalas pueden hacer que la vegetación, e incluso los cultivos, sean más vulnerables".

¿Cómo será el verano?

Los expertos meteorológicos llevan años trabajando para poder predecir el tiempo con más anticipación y precisión. De momento, es complicado poder predecir cuál será el tiempo este verano en España, entre otras cosas, por latitudes en las que nos encontramos, pero Sergio Vicente Serrano, cree que, por este incremento de las temperaturas "es de esperar que este año sea más cálido que las condiciones medias" pero aclara que "la cantidad de olas de calor que se registren o la duración de las mismas es bastante incierto".

Pero hay una particularidad que hace este año especialmente duro: la sequía meteorológica que estamos sufriendo. "Los últimos tres meses han sido particularmente secos, sobre todo en la mitad sur de España y en el este de Cataluña. Bajo esas condiciones de mayor sequedad en el suelo, en la vegetación, se puede producir situaciones que den lugar a una menor evaporación que regula en cierta manera la temperatura del aire. El efecto del calentamiento global le sumamos suelos más secos, puede dar lugar a olas de calor —que habitualmente en nuestro país se producen por situaciones de estancamiento atmosférico por anticiclones o por afecciones saharianas— puede hacer que se refuercen más por esas condiciones de baja humedad del suelo", concluye.

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