Dani Garrido, sobre los insultos a Nico Williams en redes: "El 'que se joda, que es millonario' es intolerable"

Madrid

Ayer Nico Williams, jugador del Athletic Club, abandonó el campo en el minuto 9’ de la primera parte de la prórroga ya afectado. Afectado porque había tenido un par de oportunidades en sus botas para meter a su Athletic en la final de Copa del Rey. En el estadio recibió el respaldo de la hinchada de San Mamés. Al término del partido, recibió el apoyo de su hermano Iñaki. “Es normal que esté jodido”, dijo el mayor de los Williams.

Simplemente había sido un mal día para Nico, un deportista que lo había dado todo y se iba desconsolado. Esto es el deporte casi siempre, muy pocas veces se triunfa. Casi siempre desemboca en una derrota. No era nada más que eso.

Ocurre que, después, en una práctica macabra y habitual, violentos amparados en el anonimato vomitaron toda su ira en las redes sociales contra un chaval de 20 años. Insultos de todo tipo de esa gentuza que se siente impune porque casi nunca ocurre nada y, cuando ocurre, es después de un proceso farragoso y eterno.

Nico ha decidido cerrar sus perfiles sociales asesorado por su gente de comunicación y su entorno. Para mí esto no es ceder ante los violentos, sino que es proteger su salud mental. Es muy triste, pero por su parte es inteligente. A todo el mundo nos afecta lo que dicen de nosotros en redes. El que diga lo contrario no es Superman, simplemente miente.

Sin entrar en más profundidades, porque son cuestiones personales y privadas, Nico lo está pasando realmente mal. Esto no es solo un problema del anonimato de los perfiles, eso sería un análisis facilón del asunto. Para mí es un problema de la sociedad, que convive con el insulto grueso, con el ‘que se joda y aguante que al final es un privilegiado y un millonario’. Todas las semanas, todas, hay insultos en los estadios y se cuenta con los dedos de una mano las que acaba en un juzgado. La cultura del insulto está validada en este país, más aún si el atacado destaca en el ámbito que sea, especialmente en el Deporte. Esta cultura campa a sus anchas en este país, y el campo más abonado son las redes sociales.

Ánimo para Nico y ánimo, sobre todo, para mucha gente anónima, especialmente menores, que sienten el acoso en redes y que no tienen un altavoz para denunciar la situación. Simplemente dos ejemplos más. En Francia, un colegiado internacional, Clement Turpin, ha denunciado a un periodista en redes que le dijo “desgraciado incompetente y sin escrúpulos”. Son 3.000 euros de multa para el periodista y las costas del juicio. Ha ganado Turpin. Otro más. Un aficionado en Inglaterra ha pagado con condena de cárcel de semanas para un energúmeno después de la Eurocopa por insultar a Saka, Rashford y Sancho. Hay que espabilar y empezar a actuar.