¿Tienen futuro las propinas en un mundo con menos efectivo?

Madrid

Dejar propina en España no es obligatorio pero sí ha sido una costumbre durante años que se está perdiendo. Es lo que denuncian los trabajadores del sector que están viendo como el dinero que recogen en propinas cae a medida que los clientes pagan con tarjeta de crédito.

A diferencia de otros países como Estados Unidos o Reino Unido dónde los restaurantes incluyen la propina en la cuenta que entregan al cliente, España no las tiene reguladas. Esto implica que no hay datos para saber ni el volumen total que dejamos por este conceptos en las tiendas, bares y restaurantes ni tampoco se puede contrastar con datos si, como asegura el sector, cada vez dejamos menos propinas. "El 80% de la gente ya no deja propina", asegura un trabajador de la hostelería de Madrid que cree que la pandemia ha supuesto un antes y un después: "desde el covid, la gente paga más con tarjeta y deja menos propina". Una sensación que comparten otros trabajadores del sector.

Lo que sí refrendan los datos oficiales es que los pagos efectivos están menguando. Según el Banco de España, el porcentaje de compras en tiendas físicas que se pagaba en efectivo ha caído del 83% en 2019 al 66% en 2022. Aunque sigue siendo mayoritario, los pagos con tarjeta y con aplicaciones móviles van ganando terreno y han pasado de representar el 16% en 2019 a más del 30% el año pasado.

Ante esta situación hay algunos establecimientos que están añadiendo en la cuenta una recomendación de propina a los clientes. Y también se están desarrollando sistemas para que sea más fácil y más transparente dejar propina cuando se paga con tarjeta.

¿Qué diferencia hay entre una propina en efectivo y otra en tarjeta?

El profesor de economía de Cunef, Miguel Almunia, publicó hace unos días un artículo sobre el futuro de las propinas en un mundo sin efectivo. En conversación en Hora 25 de los Negocios, Almunia explica que "las propinas no se consideran parte del salario del trabajador pero sí forman parte de su renta y el trabajador debería pagar el IRPF por esas cantidades". En la práctica "cuando la propina es en efectivo, el trabajador raramente lo declara, pero si se paga con tarjeta, la empresa tendría que reportarlo y eso sí terminaría afectando al IRPF de los trabajadores"

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Almunia cree que "no se va a perder la costumbre de dejar propina porque es habitual en otros países y tenemos mucho turismo". Además cree que "como en otros ámbitos tendremos que adaptarnos al mundo digital y lo que antes hacíamos en efectivo, tendremos que hacerlo con tarjeta"

Propinas: ¿habría que prohibirlas?

Los sindicatos piden un debate que permita dignificar el trabajo en el sector de la hostelería que sobrevive gracias a una gratificación que no paga impuestos aunque debería hacerlo