12ª jornada de huelgas y protestas en Francia a la espera de que el Constitucional se pronuncie sobre la reforma de las pensiones
Los sindicatos han advertido de que su acción contra la reforma de las pensiones continuará, sea cual sea el veredicto del Consejo Constitucional, que se conocerá este viernes
París
Las calles de Francia se han llenado, una vez más, de incansables ciudadanos que se han manifestado en contra de la reforma de las pensiones del presidente, Emmanuel Macron. La norma fue aprobada por decreto y sin el consenso de la Asamblea Nacional, provocando un mayor enfado entre la población. Esta nueva jornada de huelgas y protestas por todo el país, la número 12, no ha contado con el masivo apoyo de las anteriores. Sin embargo, solo en París han acudido 400.000 personas según los sindicatos, aunque la policía asegura que son solo 42.000.
Los manifestantes en Francia vuelven a las calles por 12ª vez a la espera de que el Constitucional se pronuncie sobre la reforma de las pensiones. Las calles de Francia se llenan de manifestantes por 12ª vez a la espera de que el Constitucional se pronuncie sobre la reforma de las pensiones
Con este contexto, la esperanza sindical se concentra ahora en el dictamen que el Consejo Constitucional debe dictar este viernes, ya que se debe pronunciar sobre si la reforma está dentro del marco constitucional o no. Sin embargo, los líderes de los sindicatos franceses han advertido de que su acción contra la reforma de las pensiones continuará, sea cual sea el veredicto.
"La lucha sindical está lejos de terminar", afirmó el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, en declaraciones a la prensa al comienzo de la manifestación en París en esta duodécima jornada nacional de movilizaciones contra la reforma. Berger explicó que aún en el caso de que el Consejo Constitucional valide la ley y Macron la promulgue, seguiría pendiente su aplicación.
El líder de la primera central sindical francesa, que insistió en que ni cuestiona ni cuestionará la legitimidad del Consejo Constitucional para decir si ese texto se ajusta a la Carta Magna, señaló que el presidente de la República todavía está a tiempo de no promulgar la reforma atendiendo a la fuerte oposición que genera.
Porque se mostró convencido de que "la batalla de la opinión, la batalla del mundo del trabajo, la hemos ganado" en los casi tres meses de movilizaciones contra una reforma cuyo eje principal -el más polémico- es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actuales a 64.
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La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT, segundo sindicato de Francia), Sophie Binet, también avisó de que el de hoy "no es el último día de movilización" e hizo un llamamiento a Macron para que no promulgue la ley porque, si lo hace, "no podrá dirigir el país". A juicio de Binet, el texto "no saldrá indemne" de la evaluación del Consejo Constitucional, al que pidió que emita una decisión jurídica, que en ese caso tendría que "sancionar" su contenido.
En cuanto al anuncio hecho este miércoles por Macron, que mostró su intención de convocar a los sindicatos, los principales interesados se mostraron desconfiados sobre sus intenciones. Berger indicó que su sindicato acude a todas las convocatorias en las que se discuten asuntos que interesan a los trabajadores, pero aquí "la cuestión es cuándo, con qué método y para hablar de qué temas".
También manifestó su descontento por la intención del jefe del Estado de pasar página para intentar hacer olvidar el rechazo a su reforma, después de que hasta ahora ni él mismo ni su Gobierno habían atendido a sus demandas de concertación. Binet, por su parte, también se quejó de que Macron los convoque sólo ahora, cuando los sindicatos le habían pedido una reunión hace un mes y puso el acento en que un encuentro ahora tendría que ser para "la retirada de esta reforma de las pensiones".
El portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran, afirmó que con el dictamen mañana del Consejo Constitucional "el camino legislativo estará terminado" y únicamente quedará su promulgación por parte de Macron que, añadió, ha dicho que "está dispuesto a discutir con las fuerzas sociales de nuestro país" de otras reformas futuras.
Antes de que empezara el desfile sindical en París, que salió de la plaza de la Ópera, algunos grupos de manifestantes estuvieron recorriendo las proximidades de la avenida de los Campos Elíseos e irrumpieron durante unos minutos en la sede del gigante del lujo LVMH, primera capitalización bursátil en Europa y símbolo para algunos de los excesos del capitalismo.
En Rennes (noroeste) hubo incidentes al margen de la manifestación, con algunos coches incendiados, así como contenedores de basura. En términos generales, las huelgas en esta duodécima jornada de movilización desde mediados de enero tuvieron un menor impacto, en particular en el transporte público.
Manifestantes irrumpen en la sede de Louis Vuitton
Cerca de 300 manifestantes se han concentrado este jueves, en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones, frente a la sede de la empresa francesa de lujo Louis Vuitton, cercana a los Campos Elíseos, y varios de ellos han forzado sus puertas, llegando incluso a ocupar durante varios minutos el vestíbulo.
Un grupo de trabajadores ferroviarios que se manifestaban cerca de la Estación de París-Lyon han marchado en comitiva por la avenida Montaigne y se han concentrado frente a la tienda, tras lo que varios manifestantes, 'chalecos amarillos', han forzado las puertas y han entrado al vestíbulo con bengalas rojas y banderas.
Varios de ellos han colocado pegatinas reivindicativas en el vestíbulo, sin ingresar en otras zonas, mientras que decenas de manifestantes esperaban fuera, instando a la calma, según ha informado el diario 'Le Parisien'.
Según datos de la Jefatura de la Policía de París, hasta ahora se han realizado 25 arrestos y se espera que esta cifra suba debido a la presencia de sujetos violentos, fundamentalmente 'chalecos amarillos' y miembros de extrema izquierda. Pese a ello, la mayoría de las marchas transcurren con normalidad.
Las escenas de tensión en el marco de las protestas en París han recordado a los últimos incidentes del pasado 6 de abril, cuando un grupo de trabajadores ocupó la sede de la inversora estadounidense Black Rock en su camino a la Asamblea Nacional.