Vicky Martín Berrocal: "De poliamor me van a hablar a mí, que lo he vivido en casa"
La diseñadora acaba de publicar el libro 'La felicidad ni tiene talla ni tiene edad', donde cuenta con todo detalle cómo vivió aquellos años en los que su padre tenía dos familias: "Es la persona más libre que he conocido y mi madre estaba enamorada no, lo siguiente"
Vicky Martín Berrocal: "De poliamor me van a hablar a mí, que lo he vivido en casa"
Vicky Martín Berrocal empieza esta entrevista agarrada de la mano de su madre. Una mano amiga que siempre le recordó "cuáles son las cosas verdaderamente importantes de la vida". Suena Pastora Imperio, de Rocío Jurado, y nos cuenta que su voz la ha acompañado desde la infancia. Quien no estuvo presente al 100% durante sus primeros años fue su padre, ya que tenía dos familias, una en Huelva y otra en Madrid. "Cuando ahora hablan del poliamor, te dará la risa", le ha dicho Mara Torres. "Yo lo he vivido en casa, pero cuando yo me enteré mi padre ya se volcó en la relación que tenía con mi madre", ha explicado.
Vicky Martín Berrocal: "De poliamor me van a hablar a mí, que lo he vivido en casa"
Esta realidad ahora la podemos ver con cierta naturalidad, pero en la época era algo que la gente tenía que esconder: "Mi madre se quedó embarazada y se fue a parir sola a Sevilla. Cogió un autobús, se fue a un hostal que se llamaba Victoria y, cuando le dieron los dolores, se fue al Hospital Virgen del Rocío. Parió y se volvió a Huelva pensando que era mejor llegar a casa con la niña en brazos para que sus padres no le dijesen nada". En el libro que acaba de publicar, La felicidad ni tiene talla ni tiene edad, cuenta que cuando su madre se entera de esta doble vida le propone que convivan las dos familias porque, según cuenta la diseñadora, lo amaba por encima de todo.
Quien quiso mucho a Vicky fue Jesús Quintero y, al recuperar un corte de ambos en Ratones coloraos, la diseñadora, visiblemente emocionada ha contado que se acuerda de él todos los días y ha revivido algunos de los momentos más especiales que compartieron juntos: "Él venía a buscarme a la puerta de mi tienda, me metía en su coche y me escuchaba. Hay muy poca gente que escuche. Hacía cosas increíbles. Recuerdo la primera vez que vi la Giralda iluminada por él. Lo hacía con dos cañones de luz que tenía en su terraza. Era un loco maravilloso". Pero lo más emocionante de su relato ya llegado al hablar del día en que le perdimos: "Fui a verle ese maldito día. Le hablé y él me habló. Me dirás que no puede ser esto que te estoy contando, pero te juro que me dejaron 20 minutos con él y tuvimos una conversación increíble".
Y precisamente hablando de la muerte ha terminado la conversación en El Faro porque "le infunde un temor descontrolado". Pero no la de los demás, ha dicho con mucha gracia, le asusta la suya: "Creo que no soy nada generosa en esto. A mí me gusta mucho vivir y pienso, ¿pero dónde me van llevar? Yo quiero quedarme aquí, ser eterna". Y ese ha sido precisamente el seudónimo que ha elegido para empezar la conversación: eterna.
Elena Sánchez
Redactora y productora en Cadena SER. Hablar...