Los motivos detrás de la renuncia del presidente de Argentina a la reelección

Madrid

Alberto Fernández, el actual presidente de Argentina, ha anunciado en las redes sociales que no se presentará a la reelección. Ha sido una sorpresa, aunque nadie auguraba que se fuera a producir en estos momentos. Entre las primeras líneas de análisis entre la coalición gubernamental tras el anuncio de Fernández había dos razones que se destacaban sobre las demás: la amenaza latente del gobernador Axel Kicillof de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires, con el obvio aval de Cristina Kirchner; y la advertencia que ha hecho el ministro de Economía, Sergio Massa, de que en Washington, sede del FMI a donde irá en breve de nuevo, piensan que Alberto Fernández no controla al país y el desorden que hay a nivel político, resta posibilidades al auxilio del FMI a la precaria economía argentina.

Pese al enfrentamiento abierto que mantiene con la vicepresidenta y a la división en el seno del gabinete entre los partidarios de una u otro, el mandatario ha dicho que "más allá de las críticas internas y del mayor o menor acompañamiento recibido" no tiene en el Frente de Todos "un solo adversario". No uno, pero sí muchos adversarios. Para el Presidente era difícil sostener una candidatura a la reelección cuando tu gobierno no pudo dar respuestas a muchas demandas de la población, más allá de las circunstancias tan difíciles que nos tocaron.

Desde su propio partido, el ala más conservadora del Kichnerismo, le culpa de repetir el modelo de Macri (el anterior presidente) hizo un gobierno nefasto, quiso salir reelegido, y perdió. Su partido le dejó caer a él solo. Ahora con Alberto Fernández, se ha bajado del carro político antes de que le echaran. A los mandos, sigue la incombustible Cristina Fernández de Kichner.