'El coronel no tiene quien le escriba', una excepcional novela sobre la angustia y la dignidad
Es un prodigio cómo Gabriel García Márquez cuenta una historia tan brutal con tan pocos medios, de una forma precisa y emocionante
'El coronel no tiene quien le escriba', una excepcional novela sobre la angustia y la dignidad
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Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Colombia, en 1927 y murió en México en 2014. Es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura contemporánea. Ganó del Premio Nobel de Literatura en 1982. Máxima figura del llamado 'realismo mágico', es el autor de 'Cien años de soledad', 'El coronel no tiene quien le escriba', 'Crónica de una muerte anunciada', o 'El amor en los tiempos del cólera'.
'El coronel no tiene quien le escriba' es la segunda novela de Gabriel García Márquez. Se publicó en 1961. Es un prodigio cómo cuenta una historia tan brutal con tan pocos medios, de una forma tan precisa y emocionante.
Una obra rechazada por varios editores
Como cuentan en Zenda Libros, 'El coronel no tiene quien le escriba' fue escrita durante la estancia de Gabriel García Márquez en París, donde había llegado a mediados de los 50 como corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió en la pobreza mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional novela, que luego fue rechazada por varios editores antes de su publicación. El escritor uruguayo Mario Benedetti aseguraba que "la obra maestra de García Márquez se llama 'El coronel no tiene quien le escriba'".
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Como señala Juan Diego Quesada en El País, Gabriel García Márquez reflejó en esta novela la angustia por la subsistencia de un excombatiente de la guerra de los Mil Días, una contienda civil que se libró en Colombia a fines del siglo XIX e inicios del XX. El escritor contaba siempre que se había inspirado en lo que le había ocurrido a su abuelo, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía. Lo que se guardó es que el abuelo murió antes de que saliera la ley que recompensaba a los veteranos y fue en verdad la abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, la que se encargó de todo el papeleo, como han revelado dos investigadores colombianos.
Un relato lleno de fuerza política con un estilo puro y transparente
Si bien en 'La hojarasca', su debut en la novela, García Márquez había plantado la semilla de su universo plenamente imaginativo, en esta otra trató de acoplar más su vertiente periodística al quehacer narrativo, construyendo un relato pleno de fuerza política. Se trata también de una historia de injusticia y violencia. Tras el barroquismo faulkneriano de 'La hojarasca', 'El coronel no tiene quien le escriba' supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva y el estilo del escritor se hace más puro y transparente.
En el blog Sucede leyendo señalan que resulta abrumadora la vigencia de 'El coronel no tiene quien le escriba', que se desarrolla a mediados del siglo pasado, en un poblado costero de Sudamérica sin nombre y se convierte en la entumecida y envolvente representación de ese limbo de desamparo social al que quedan condenados aquellos que, tras años de cumplir con algún trabajo, ven incumplidos los compromisos de retiro vociferados por un sistema indolente y de memoria corta. El coronel apenas se sostiene por la esperanza de la llegada de una carta que haga válida la pensión prometida, lo que le empuja periódicamente a esperar al empleado del servicio de correo en el muelle, casi como si de un mendigo se tratara.