De Diverxo al MGM Grand de Las Vegas: medio siglo de incendios en restaurantes
El fuego ha detenido los fogones de algunas de las cocinas más selectas del mundo
Reportaje | De Diverxo al MGM Gran de Las Vegas: medio siglo de incendios en restaurantes
Madrid
La alta cocina conlleva riesgos importantes, y eso es algo que ha quedado grabado en piedra, para comensales y hosteleros. Incendios fortuitos como el del pasado viernes 21 de abril en el restaurante de la calle Manuel Becerra de Madrid, se han dado incluso en las cocinas de los locales más destacados, aunque no siempre con consecuencias fatales. Entre los fuegos en cocinas más recordados se encuentra el que despertó un 21 de noviembre de 1980 a la ciudad de Las Vegas, en Estados Unidos. Uno de sus colosales hoteles casino había sido devastado por las llamas. El incendio del Grand Hotel Casino de la productora cinematográfica Metro Goldwyn Meyer se llevó consigo la vida de 85 personas y dejó centenares de heridos. El gigante de 26 plantas, con cine propio y más de 2000 habitaciones ardió por el fallo fortuito de una nevera en uno de sus restaurantes, el local The Deli.
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En España, un par de años antes, el incendio provocado con cócteles molotov en la sala de fiestas Scala Barcelona, que era especialmente conocida por sus espectáculos musicales y de variedades acabó con la vida de cuatro personas, un 15 de enero de 1978. Se acusó y encarceló a siete miembros de la organización CNT aunque el sindicato siempre ha negado la autoría de este atentado.
Más recientemente algunos de los mejores establecimientos españoles han sufrido incendios, aunque en la mayor parte de ellos no se han sufrido pérdidas humanas. Juan Muñiz, director de la consultora para prevención de incendios, Ingeseg explica que uno de los principales factores para combatir los fuegos en las cocinas es elegir idóneamente el elemento de extinción que usamos en la cocina. "Si tenemos un fuego eléctrico deberíamos utilizar un extintor de CO2 o gas manual; si tenemos un fuego de combustible ordinario, usaríamos un extintor de polvo ABC, que siempre lo tenemos disponible en una cocina; y si hay un fuego de un elemento líquido, como el aceite, se debería utilizar una manta ignífuga para apagarlo", explica Muñiz.
Hay incluso establecimientos premiados con estrellas Michelin a los que el fuego también ha hecho detener los fogones alguna vez. En el año 2010, el restaurante Mugaritz del laureado chef Andoni Luis Aduriz, estuvo cerrado durante meses después de que un cortocircuito nocturno iniciara un fuego que calcinó por completo la cocina del local. Las llamas incluso obligaron a desalojar el edificio e inmuebles cercanos. Otro cortocircuito afectó al sistema de extracción del restaurante "Diverxo" y mantuvo cerradas las puertas del local del popular chef Dabiz Muñoz durante diez días. El director de Ingeseg explica el motivo principal de estos cortocircuitos tan peligrosos es sobre todo el sobrecalentamiento de instalaciones eléctricas. "Los propios focos de calor de la cocina, como las propias planchas, los aceites de las freidoras suelen ser los desencadenantes de la ignición de un fuego en una cocina", advierte.
Entre los incendios más recientes y más aparatosos está el incendio del televisivo restaurante Fusta de Mar, de Roda de Barà, en Tarragona. El local había aparecido en el programa Joc de Cartes de la televisión autonómica catalana, TV3. El restaurante, estaba completamente construido en madera y estaba situado dentro de un camping. Fue destrozado por unas llamas que dañaron severamente su estructura y le hicieron derrumbarse en marzo de este año. Afortunadamente no hubo que lamentar pérdidas humanas, ni tampoco hubo heridos.
Por su parte, Antonio González, dueño del restaurante Botín, fundado en 1725 y reconocido como el más antiguo del Mundo en el libro Guinness de los Récords cuenta que vivió el incendio que afectó al local en 2006 "como si se estuviera quemando un ser vivo". La familia de Antonio González lleva ligada al restaurante Botín desde 1926, por ello se entiende que González explique: "Me jugué el pellejo en una moto, tenía que llegar aquí como fuera aunque llevara el caballete rozando contra el asfalto".
La cocina del restaurante, entre la añeja calle de Cuchilleros y la plaza mayor de Madrid, no se había detenido desde 1725, pero en 2006 tuvo que parar varios días porque unos restos de grasa en las chimeneas del local se incendiaron de repente mientras tres cocineros estaban preparando las comidas del servicio de cenas. En mitad de la tarde, una gran fumata negra pudo verse desde casi toda la capital. González explica que todo fue culpa de una mala praxis de la empresa de limpieza con la que trabajaban. "La empresa periódicamente venía y eliminaba todos los restos de grasa que se formaban en las chimeneas y en los conductos de la cocina pero esta vez dejó bolsas de grasa que no eliminó y estas se prendieron". Aunque los daños quedaron reducidos al propio sistema de extracción y al trabajo de los bomberos para sofocar el fuego, González explica que reformaron todas las instalaciones para extremar al máximo la seguridad, tanto las instalaciones de extracción de humos y grasa de la cocina como la chimenea del horno. Esos cambios no se perciben en la sala porque el local mantiene su espíritu y su solera, aunque el susto cambiara para siempre las entrañas del restaurante.