"Hay que ser miserable": la cámara de vigilancia de un bar pilla a una clienta robando propinas en un descuido del camarero
El hurto sucede cuando el trabajador se encuentra ocupado tras la barra
Madrid
La cuenta de Twitter Soy Camarero es popularmente conocida en la red por relatar o visibilizar momentos polémicos, injustos o simplemente relacionados con el mundo de la hostelería. La mayoría de sus publicaciones se centran en reacciones inesperadas de clientes o en ofertas de trabajo abusivas, pero en esta ocasión, lo que ha compartido ha indignado profundamente a sus seguidores que solo han podido decir que es una actitud "miserable". En concreto, ha publicado un clip de 39 segundos en el que se ve como una clienta roba en un local.
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Se trata de una cafetería, en la que en el momento del hurto solo se encuentran dentro un camarero y una clienta. El hombre está centrado en su trabajo, lavando los platos, colocando las neveras y en un momento dado da la espalda a la única clienta del local. Ese es el momento en el que ella, que está sentada en una de las barras laterales del establecimiento, se levanta y sin temblarle el pulso coge una hucha de propinas que justo está situada delante de la caja registradora. Le mete en su bolso y se va.
El momento ha sido captado por una de las cámaras de seguridad del establecimiento. Tras su salida, se ve como el camarero sigue trabajando con normalidad y no se da cuenta de lo que acaba de suceder. La publicación, titulada "robo de propinas" por Soy Camarero, no ha pasado desapercibida entre los seguidores de la cuenta que no han dudado en mostrar su indignación con esta acción.
"Hay que ser miserable" ha sido uno de los comentarios que más se ha repetido. Otros han tildado de "basura" a este tipo de personas e incluso algunos han pedido conocer los datos del bar para poder dar con la ladrona para así buscar "justicia". También ha habido otras respuestas de trabajadores de la hostelería que han querido contar sus propias experiencias en situaciones similares. "A nosotros también nos robaban las propinas. Las tuvimos que poner en un vaso de plástico (de estos para llevar) y le quitamos la base del vaso. Cuando el ladrón se quiso llevar las propinas, se delató solito", narra uno de ellos.