Santiago Niño Becerra señala la línea roja que no se va a cruzar para evitar el hundimiento de la economía: "Nadie va a tener narices"

Madrid

El economista Santiago Niño Becerra se presentaba a su cita semanal con La ventana de los números dispuesto a esclarecer los motivos que han llevado al banco JP Morgan a comprar otra entidad, en este caso First Republic, y a explicar qué consecuencias puede acarrear esta decisión.

"Son números de los grandes. JP Morgan es el mayor banco de Estados Unidos. Tiene un volumen de activos de 3,7 billones de dólares, siete veces el banco Santander", ha indicado el economista. Niño Becerra cree que con esta compra se está abriendo la puerta a un oligopolio bancario y señala que, desde hace varios años, se está produciendo una concentración de capital de empresas a través de procesos de absorción y compra.

"Nadie va a tener narices de dejar que se hunda JP Morgan"

Niño Becerra indica que lo que está sucediendo es que nadie garantiza que los saneamientos a los que se someten los bancos sean suficientes. "Una intervención puede parar un golpe pero no garantiza una viabilidad", ha subrayado. Asimismo, expone que en Estados Unidos hay bastantes bancos pequeños que pueden ser absorbidos por otros más grandes.

El economista opina que los bancos grandes son más seguros y que, llegado el momento, "nadie va a tener narices de dejar que se hunda JP Morgan". Además, ha recordado que Lehman Brothers, el banco cuya quiebra acabó resultando clave en la gran crisis financiera de 2008, no era un banco grande.

En el ámbito nacional, el gobierno español se ha comprometido con Bruselas a reducir el déficit público al 3% del PIB para el 2024. Santiago Niño Becerra asegura que es una medida factible, subiendo impuestos o recortando gastos. "Sin embargo, yendo más allá, no me cuadran los números. El gobierno presentó el plan de estabilidad el 27 de abril, pero la previsión de déficit que presentó el Fondo Monetario Internacional 16 días antes no se parecía en nada. ¿Quién se equivoca?", se pregunta.

La "tacañería" neerlandesa

Preguntado por Carles Francino, el economista ha afirmado que el término "tacañería" no existe en economía como concepto. No obstante el ser "frugal" y "ahorrativo" vende en el mundillo. Uno de los países más "tacaños" de Europa" es Países Bajos. Isabel Ferrer, corresponsal en el país neerlandés, matiza esta fama. "El ahorro se considera una virtud y el primer regalo de los recién nacidos es una hucha. El enfoque del gasto es diferente, al igual que en el resto de países", matiza.

Asimismo, según Ferrer, los neerlandeses rehúyen de los gastos "superfluos" y es muy difícil hacerles comprender que los céntimos no son tan importantes. "Es algo cultural que tienen muy arraigado. No hay pudor en ahorrar", afirma. Ferrer asegura que ella "paga a escote" sin ningún problema, como es habitual en la cultura mediterránea.

Niño Becerra reconoce que en los países luteranos se tiene una tendencia "filosófica" hacia el ahorro. Una amiga del economista que vivía en Países Bajos le contó que casi nadie tenía lavadora propia por el gasto que suponía. No obstante, a pesar de esta fama, Países Bajos es uno de los países que más dinero invierte en ayuda al desarrollo.