Una imagen para el estupor y sin precedentes

Cuando uno piensa que ya lo ha visto todo, la política española da otro un giro de guion y vuelve a dejarnos con la boca abierta. En este caso, dos giros de guion y los dos protagonizados por el mismo partido, por el Partido Popular.

El primero ha hecho mucho ruido y ha dejado una imagen para el estupor. Una responsable de protocolo de la Comunidad de Madrid, cerrando el paso a un ministro del Gobierno de España, a la tribuna de autoridades durante la parada militar del 2 de mayo. Se había ido calentando el momento con el intercambio de reproches entre los servicios de protocolo de la comunidad y los del ministerio de Félix Bolaños sobre la presencia del ministro en este acto. Y todo culminó en una imagen que no tiene precedentes y que evidencia la falta de respeto hacia las instituciones por parte, en este caso, del Partido Popular de Madrid. Porque lo que ayer se conmemoraba era el día de todos los madrileños pero, por la imagen que se vio en la tribuna durante el desfile, parecía que solo era el día de los madrileños que votan al PP, vetando el acceso a un ministro, pero dando un lugar preferente al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.

Lo de ayer fue un nuevo episodio de la confrontación directa que busca Isabel Díaz Ayuso con el Gobierno central, pero por el camino se queda la neutralidad de las instituciones democráticas que deberían estar a salvo de cualquier manoseo partidista.

El segundo giro de guion protagonizado por el PP ha hecho menos ruido, pero es todavía más grave, y vuelve a tener que ver con la erosión de las instituciones y su uso partidista. Es la reunión, de la que informaba ayer El País, entre Alberto Núñez Feijóo con un grupo de fiscales conservadores. En el encuentro los fiscales animaron al líder del PP a derogar las leyes del Gobierno de Pedro Sánchez y él se comprometió a hacerlo. Es aquello de la fiscalía te lo afina, que pronunció el exministro Jorge Fernández Díaz, pero a lo bestia. El mismo PP que critica, y este es un debate que se debería abordar de forma seria y sosegada, que haya jueces que salten a la política y viceversa, es el que hace política con jueces y fiscales que siguen en el cargo.

Y al final los dos giros de guion tiene que ver con lo mismo, con la democracia en la vida institucional, algo que parece que al PP se le olvida.