La ley de Trump que permitía la expulsión "en caliente" de migrantes en EEUU llega a su fin: miles de migrantes se agolpan en la frontera con México

Madrid

El polémico Título 42, la norma que en Estados Unidos permitía la expulsión en caliente de migrantes por motivos de salud pública, ha llegado a su fin este jueves y, en El Paso (Texas), las autoridades locales, estatales y federales han tenido que moverse contrarreloj para prepararse ante un mayor flujo de personas. Impuesto durante la Administración del expresidente Donald Trump (2017-2021), alabado por republicanos, denostado por activistas de los derechos humanos y mantenido por el Gobierno del demócrata Joe Biden, pese a las críticas de su propio partido, su levantamiento ha desatado rumores y una nueva batalla política entre progresistas y conservadores.

Lo que está pasando en la frontera de Estados Unidos con México es una de las noticias del día. Se espera que al menos 10.000 personas crucen cada día ese paso fronterizo. EEUU no va a acogerlos a todos. De hecho, España y Canadá, por ejemplo, van a recibir algunos de esos migrantes y sobre esto hemos hablado en la SER con la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. Una situación que, según informa la corresponsal de la SER en EEUU, Sara Canals, lleva días generando mucha incertidumbre en Washington por el aumento de inmigrantes que se espera y que ya se está viendo en la frontera sur y por las diferencias políticas a la hora de gestionar esta crisis.

En declaraciones a la SER, así valoraba la congresista Alexandria Ocasio-Cortez el hecho de que Estados Unidos haya llegado a acuerdos con España y Canadá para acoger a migrantes. "Yo creo que es una responsabilidad que nosotros tenemos, especialmente considerando la historia de nuestros países y el papel que estos países han tenido en la colonización".

Y es que se calcula que a partir de hoy unos 10.000 inmigrantes al día tratarán de acceder a Estados Unidos y las organizaciones locales alertan de que no tienen capacidad para gestionar tal volumen. Para ello, el Gobierno ha desplegado a más de 20.000 agentes en la zona Y ha instalado más centros para tramitar solicitudes. Mientras tanto, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, recuerda que se avecinan semanas difíciles y ante las críticas de la oposición, que le acusa de falta de preparación en los otros del progreso, insiste en que su plan dará resultados, pero que tardarán en materializarse.

Agradecimiento de Biden a Sánchez

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agradecerá durante la visita del jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, a Washington el apoyo de España en defensa, migración y en Ucrania. "El presidente Biden agradecerá al presidente Sánchez el compromiso reciente de España de colaborar con EEUU para expandir las vías seguras, humanas y de migración regular para las personas de Latinoamérica a través de centros regionales de tramitación", ha explicado un funcionario de alto rango de la Administración estadounidense. El funcionario se refería al anuncio hecho hace semanas por Washington de que España y Canadá han aceptado admitir a migrantes procedentes de centros instalados por EEUU en Guatemala y Colombia para gestionar sus casos.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, ha dirigido un mensaje dirigido a las personas que traten de cruzar al país a partir de ahora: "Las fronteras no están abiertas". "A partir de esta noche, las personas que lleguen a la frontera sin utilizar una vía legal serán consideradas no aptas para pedir asilo. Estamos preparados para procesar humanamente y expulsar a las personas que no tengan una base legal para permanecer en EEUU", ha aseverado Mayorkas.

Ha amenazado con algunas de las consecuencias que entran en vigor con la nueva política migratoria, una revisión del Título 8 que estaba en vigor antes de la pandemia, como por ejemplo la prohibición durante cinco años de solicitar asilo en Estados Unidos si se trata de reingresar en el país, además de unas potenciales consecuencias penales.

Primeras consecuencias

Las consecuencias de este fin oficial de la política migratoria de Trump se han dejado ver incluso antes de que expirase. En los últimos días, decenas de miles de personas se han acercado a la frontera norte de México, e incluso 11.000 personas cruzaron a Estados Unidos en un solo día este miércoles.

Dentro del país, los centros de recepción de migrantes están dejando que aquellas personas que hayan solicitado asilo se vayan sin tener todavía una fecha programada para la vista en la que tratarán de demostrar que tienen base legal para permanecer en el país, en una medida que pretende liberar espacio antes de la presumible entrada de más personas.

Normalmente, las personas permanecen en estos centros hasta dicha vista, para evitar que no se presenten y se queden en el país de manera irregular, pero los centros de acogida están desbordados y no pueden acoger a nadie más, por lo que hay cientos de personas en las calles de ciudades fronterizas como El Paso (Texas), uno de los puntos por los que más migrantes cruzan.

A la espera para entrar

Al otro lado de la frontera, en Ciudad Juárez, México, cientos de personas esperan frente a la Puerta 42 -la única abierta en la zona en este momento- a entrar a Estados Unidos para comenzar el proceso de asilo, aunque las autoridades estadounidenses llevan semanas advirtiendo de que muchas de estas solicitudes serán denegadas con los nuevos requisitos que se imponen a partir de ahora.

En Florida, sin embargo, un juez federal ha bloqueado este plan en el estado, después de que la fiscal general de la región, Ashley Moody, solicitase en una moción de emergencia el permiso para dejar libres a los migrantes que aún no tienen fecha para su vista, sin hacerles un seguimiento. Asimismo, otras cientos de personas temen ser deportadas y todavía esperan en la frontera, sin atreverse a solicitar el inicio del proceso legal. Para evitar que estas personas crucen de forma irregular, el Gobierno cuenta con 24.000 agentes fronterizos.

Además, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ha dejado de realizar test de coronavirus a las personas retenidas, en una serie de cambios anunciados horas antes de la medianoche que pretenden aumentar el número de camas disponibles en sus centros y acelerar el proceso.