El Supremo da la razón a Miguel Bosé y rechaza adjudicarle la paternidad de los dos hijos de su expareja

Madrid

Miguel Bosé y el arquitecto valenciano Nacho Palau mantuvieron una relación de más de 25 años que España entera conoció cuando saltó por los aires en el marco de una separación nada amistosa que sacó a la luz que ambos eran padres de dos parejas de mellizos. Bosé era el padre biológico de una de las parejas y Palau de la otra. En el trámite de la separación, el arquitecto reclamó que la Justicia decretara ambos eran los padres de los cuatro hijos por la buena relación que existía entre los hermanos y porque durante todos los años de convivencia se habían comportado como una verdadera familia.

El Tribunal Supremo confirma las sentencias de instancia que desestimaron la declaración de paternidad y se limitaron a establecer un régimen de relaciones entre los cuatro menores. Dice la sentencia que "con independencia de las circunstancias del nacimiento de los hijos o del sexo de los progenitores, no es suficiente para establecer una filiación el mero vínculo socio afectivo de los menores entre sí y con quien fue la pareja de su respectivo padre". El ordenamiento español, añade, "establece para estas situaciones el cauce de la adopción que pudieron seguir las partes durante la convivencia y que, una vez rota la pareja, es inviable".