'Por quién doblan las campanas', una novela de gran complejidad ideológica
Una obra llena de diálogos apasionantes y escenas inolvidables, que tuvo un impacto movilizador en la lucha antifascista
'Por quién doblan las campanas', una novela de gran complejidad ideológica
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Ernest Hemingway nació en 1899 en Oak Park, Illinois. Forma parte ya de la mitología del siglo XX, no solo gracias a su obra literaria, sino también a la leyenda que se formó en torno a su azarosa vida y a su trágica muerte. Durante la Primera Guerra Mundial, se enroló en la Cruz Roja. En la década de los años 20 se instaló en París, donde conoció los ambientes literarios de vanguardia. Estuvo en la Guerra Civil española y en otros conflictos bélicos en calidad de corresponsal.
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Es el autor de 'Adiós a las armas' y 'El viejo y el mar', que ya os hemos contado en 'Un libro una hora', además de 'Fiesta' o 'Muerte en la tarde', entre otras. En 1954 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. En julio de 1961, sumido en una profunda depresión, se quitó la vida. Publicó 'Por quién doblan las campanas' en 1940 y tuvo un éxito inmediato. Es un novelón, lleno de diálogos apasionantes y de escenas inolvidables. Pero además, es una obra de una gran complejidad ideológica que tuvo un impacto movilizador en la lucha antifascista y cuenta una maravillosa historia de amor.
Una novela sobre la Guerra Civil española maniáticamente documentada
En 1937 Ernest Hemingway fue enviado a España para cubrir en calidad de periodista la Guerra Civil española. Tres años más tarde, finalizada ya la contienda, empezó a escribir 'Por quién doblan las campanas'. En julio de 1940, Hemingway había terminado de trabajar en el manuscrito y poco después, en el mes de octubre, el libro se publicó y fue un enorme éxito (que incluso incluyó una candidatura al premio Pulitzer).
Hemingway solo podía escribir de aquello que conocía a fondo. A diferencia de quien imagina emociones que no ha experimentado y busca explorarse a sí mismo en la página, Hemingway prefería la mirada del testigo de cargo, que narra la guerra con la mano torcida por las esquirlas de un mortero. Traslada a su literatura el clima, la geografía, las intrigas y las escaramuzas de la Guerra Civil. La novela se encuentra maniáticamente documentada.
'Por quién doblan las campanas' narra tres días en mayo de 1937. El protagonista, Robert Jordan, se basa en el profesor norteamericano Robert Merriman, que no sobrevivió a la guerra y a quien Ernest y su compañera conocieron en Valencia. Martha Gellhorn escribió que Merriman les habló del frente de Aragón ante un mapa extendido en el suelo "como si impartiera una clase de economía en la Universidad de California". Otros rasgos del protagonista provienen del propio Hemingway: Jordan ha escrito un libro sobre España, busca en la guerra una forma menos inútil de la muerte y está obsesionado con el suicidio de su padre.
El éxito que Hemingway anhelaba desde hacía casi una década
Hemingway lo tenía claro: "La guerra es el mejor tema: ofrece el máximo de material en combinación con el máximo de acción. Todo se acelera allí, y el escritor que ha participado unos días en combate obtiene una masa de experiencia que no conseguirá en toda una vida", aseguró el escritor. Y es que pocas veces dispuso de tanta información sobre un tema como en 'Por quién doblan las campanas'. Su reto decisivo consistía en ceñirse a unos cuantos días y lograr que un puñado de personajes resumieran los intrincados dilemas de la gesta. Se trata de una novela circular, ya que comienza y termina con Robert Jordan pecho a tierra, sintiendo en su cuerpo las agujas de pino del bosque español.
'Por quién doblan las campanas' se convirtió en el éxito rotundo que Hemingway anhelaba desde hacía casi una década. En un año vendió casi un millón de ejemplares y la crítica le dedicó elogios que aspiraban a agotar los superlativos. Además, en 1940 contribuyó de manera decisiva a crear un clima en contra del fascismo y tuvo un impacto movilizador en la lucha antifascista. 'Por quién doblan las campanas' está narrada por un fervoroso simpatizante de la causa republicana, pero evade la simpleza de la novela militante y brinda uno de los primeros documentos sobre las traiciones y la inoperancia que liquidaron a quienes defendían al gobierno legítimo de España.
Hemingway aseguró que "la Guerra Civil española fue la etapa más feliz de nuestras vidas. Éramos enteramente felices porque cuando la gente moría parecía que su muerte tenía importancia y justificación". 'Por quién doblan las campanas' registra la época en que los ideales estaban intactos. Uno de sus personajes, Pilar, dice que lo peor de la guerra es "lo que nosotros hemos hecho. No lo que han hecho los otros". Ahí se cifra la ética de la novela. Horrorizado ante las manipulaciones políticas, el novelista descubrió que "cuanto más cerca se está del frente, mejores son las personas". Lejos de los hoteles madrileños que fungen como pervertidos recintos del poder, está el sitio donde hay pocas posibilidades de sobrevivir pero donde aún es posible salvarse como hombre. Educados por el miedo, los combatientes entregan su mejor faceta y son capaces de una solidaridad última y definitiva.
Este artículo contiene fragmentos del prólogo de Juan Villoro a la edición de Debolsillo