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La vocación del profesor jubilado que se retiró entre aplausos: "Mis alumnos me han dado más que yo a ellos"

Koldo Ansa impartió clases de Filosofía durante 33 años, y aunque reconoce que se ha tomado la jubilación con ganas, sigue demostrando un profundo cariño por su profesión

La vocación del profesor jubilado que se retiró entre aplausos: "Mis alumnos me han dado más que yo a ellos"

El último viernes que el profesor Koldo Ansa iba a dar clase, sintió que sus alumnos tramaban alguna gamberrada. Había terminado de dar la clase y notó cierto alboroto, pero no esperaba encontrar lo que vio: una despedida de los chicos por todo lo alto. Ansa se jubiló en abril de 2022 y el vídeo en el que los alumnos le dedicaban una ovación en el pasillo se hizo viral en las redes sociales. Un año después y ya despojado de todas las responsabilidades, el que fue profesor de Filosofía se sigue emocionando: "Esperaba algo de mis compañeros, del resto de profesores, pero en ningún caso de los alumnos".

Ansa impartió clases de Filosofía durante 33 años, y aunque reconoce que se ha tomado la jubilación con ganas, sigue demostrando una profunda vocación por su profesión. "He disfrutado siempre muchísimo y mis alumnos me han dado mucho más de lo que les he dado yo a ellos", ha contado el docente en 'El Faro' dedicado a la letra D. Parte del truco para ganarse el cariño que demostraron los alumnos en su despedida tiene que ver con el respeto: "Ellos tienen que percibir que a ti te importan. La educación ha tomado una deriva... Se ha puesto el foco en la tecnología, en la gestión y hemos olvidado otras cosas fundamentales, como la autoridad moral, que no tiene nada que ver con el autoritarismo".

Como profesor de Filosofía, su empeño ha sido siempre que los alumnos se hiciesen preguntas. En el programa de Mara Torres ha explicado que su táctica para la primera clase del curso siempre era pedir a los alumnos que pensasen en una cuestión que le harían a un 'sabelotodo'. "La mayoría de preguntas que surgían eran preguntas filosóficas", ha asegurado. A partir de ahí, el profesor se iba ganando la confianza de los estudiantes. "Esto que se está extendiendo cada vez más de que los jóvenes de ahora son afásicos es completamente falso. Otra cosa es que no seas capaz de escucharlos. Si eres capaz, claro que hablan".

"Échale un vistazo a un libro de Filosofía, es infumable"

El profesor jubilado, que ha pasado tres décadas impartiendo clases, también se muestra autocrítico con su profesión. Salirse del currículo establecido requiere, dice, de "mucha energía", porque el contenido previsto no es siempre el más atractivo: "Échale un vistazo a un libro de filosofía, es infumable. Y luego el examen que proponen es tipo test. Eso no es filosofía". Alsa siempre prefirió enseñar a sus alumnos a través de los debates y las preguntas. "Probablemente seguiremos con nuestras dudas, pero por lo menos vamos a pensar, y eso es fundamental", asegura.

A su juicio, eso es precisamente lo que hace falta en la sociedad de hoy en día. "Ahora que estamos en campaña a veces escucho cosas y pienso: 'Esa persona no ha pensado lo que ha dicho", explica. Lo que pretendía de sus alumnos era justo lo contrario. "Ahora está de moda el me gusta o no me gusta, eso no es pensar. Cuando los alumnos son conscientes de que pueden ir más allá, aceptan el reto", ha contado.

Aunque Ansa disfrutaba de su profesión, al final de su carrera sintió que tenía que dejar paso a las siguientes generaciones porque él ya no se identificaba de la misma forma con los alumnos. Pero un año después sigue pensando en sus clases: "Sueño a veces que se me desmadra la clase y que no hay manera de controlarlo".

Letra D