LaLiga solicitará modificar la ley para tener más competencias sancionadoras, para poder agilizar y ser más eficaces en la lucha contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, y aseguró que «se siente impotente ante la falta de sanciones en que suelen terminar sus denuncias». «A pesar de su intensa y continuada lucha contra la violencia y el racismo hasta donde alcanzan sus competencias (a día de hoy, de acuerdo a la legislación española, limitadas a detectar y denunciar los hechos que se producen), LaLiga siente una tremenda frustración por la falta de sanciones y condenas por parte de los órganos disciplinarios deportivos, las administraciones públicas y los órganos jurisdiccionales a los que se denuncia», afirmó en un comunicado. El organismo que preside Javier Tebas explicó que en los próximos días LaLiga solicitará formalmente que se proceda a la modificación de la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y de la Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del deporte. «El objeto de la propuesta será solicitar que LaLiga pueda ejercer potestad disciplinaria sobre los incidentes de este tipo que acontezcan en los partidos de la competición profesional, de manera que los órganos disciplinarios de LaLiga puedan proceder a sancionarlos, entre otros, con la clausura total o parcial del recinto deportivo, la prohibición de acceso al mismo en el caso de los socios/abonados y la imposición de sanciones económicas, sin perjuicio de la adopción de las medidas provisionales o cautelares que puedan proceder atendiendo a la naturaleza y gravedad de los hechos», añadió. LaLiga hizo este anuncio este martes, después de denunciar los insultos recibidos por el jugador brasileño del Real Madrid Vinícius Júnior en Mestalla en la última jornada y recordar que dentro de sus competencias solo puede limitarse a denunciar los hechos, que es lo que hace. El organismo insistió en que «lidera desde años la lucha contra la violencia, el racismo y la intolerancia en los campos de fútbol, dentro y fuera del estadio, detectando estos comportamientos a través de sus Directores de Partido, responsables de seguridad y las cámaras de televisión, y denunciando posteriormente ante los órganos competentes». Recordó que cada semana presenta un escrito al Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) y a la Comisión Antiviolencia con aquellos cánticos que se producen en los encuentros de fútbol que inciten a la violencia o tengan un contenido insultante o intolerante. También explicó que cuando se detectan insultos susceptibles de poder ser tipificados como delito de odio, denuncia estos hechos también en la Fiscalía de Odio, aunque «lleva tiempo observando con impotencia cómo estas denuncias son archivadas sin ni siquiera llegar a los Juzgados, o cómo las Fiscalías de Odio de cada región no tienen un criterio uniforme a la hora de calificar estos hechos». Ante «esta grave situación» y por los motivos por los que se han archivado algunos casos, como que no se identificó a lo autores, que se trató de actitudes que no pretendían incitar al racismo o que no tienen la dimensión penal que se postula, LaLiga ha optado por acudir directamente a los juzgados. «Pero a pesar de ello, dotar a LaLiga de una mayor capacidad sancionadora supondría una herramienta eficaz en la lucha contra el racismo en el deporte», agregó LaLiga, que ha denunciado nueve situaciones de insultos racistas contra Vincius, tres de ellas archivadas por la fiscalía, y también otros casos en los que los insultados fueron los jugadores del Athletic Club Iñaki y Nico Williams, el del Cádiz Carlos Akapo y el del Villarreal Samu Chukwueze.