Cannes 2023 | Justine Triet, tercera mujer en ganar la Palma de Oro con 'Anatomía de una caída', retrato de un juicio mediático y machista

Cannes

Rellenar un palmarés es sumamente complicado. Muchos y diferentes miembros del jurado, de procedencias y tradiciones diversas que deben ponerse de acuerdo en una serie de premios sobre las mejores películas del año. Siempre hay aciertos, fallos, quejas, aplausos y abucheos. Quizá este sea un año para el recuerdo o para el olvido, pero eso lo dirá la historia. De momento tenemos a una ganadora que no fue la que más sorprendió, la que más turbó y la que más original propuesta trajo a este Cannes. Tampoco la más política. Anatomía de una caída es un thriller que funciona como un reloj y que da la tercera Palma de Oro a una mujer, a la directora francesa Juntine Triet. Hasta ahora solo otras dos directroas han ganado el premio más prestigioso para los cinéfilos: Jane Campion por El piano y Julia Ducournau por Titane, precisamente uno de los miembros del jurado.

Anatomía de una caída puede parece un mero 'thriller' judicial situado en un idílico pueblo francés a los pies de los Alpes. Sin embargo, la directora apunta algunas cosas más junto con el guion de su pareja, el también cineasta Arthur Harari. Aprovecha un suceso, la muerte tras una sospechosa caída de un escritor para hacer una disección de una pareja moderna, con una discusión brillantemente contada, entre grabaciones, flashbacks y duelo dialéctico judicial. Es quizá la escena más brillante de un filme interesante, que reflexiona sobre la autoficción, sobre el relato, los juicios mediáticos y el machismo, pero que no es ni de lejos, la película más redonda de la edición. El hombre que no se siente valorado, pues la carrera de ella es más exitosa que la de él. Virilidad ofendida en un hombre progre y moderno que cuida de la casa y del hogar. Y una mujer que comete errores y a quien la justicia interroga con machismo. Ella es la brillante Sandra Hüller, actriz alemana que se quedó a las puertas de ganar en Cannes con Toni Erdman.

La directora aprovechaba el premio para reivindicar dos cosas. Por un lado, metía por primera vez en todo el festival, las protestas contra la reforma de las pensiones de Macron que ha paralizado Francia y que amenazaba con paralizar el certamen. Por otro lado, Triet reivindicaba la excepción cultural francesa, una defensa enorme con leyes y dinero, de su cine y su cultura frente a la dominación americana y comercial. "Dedico este premio a todas las jóvenes directoras, incluso a las que no pueden rodar. Tenemos que darles. Yo ocupé ese lugar en un mundo que era menos hostil y donde aún podías cometer un error y volver a empezar", decía la directora que debutó aquí precisamente con un elogiado filme, La batalla de Solferino, sobre una pareja en medio de las elecciones que ganó el socialista Hollande.

Una película contundente, interesante, pero lejos de otra de las favoritas en las quinielas, que ha ganado el segundo premio, el Gran Premio del Jurado. Es La zona de interés. Una brillante y original adaptación de la novela del recién fallecido Martin Amis, que en España editó Anagrama. Un relato del holocausto sin mostrar el interior de los campos de concentración, solo la valla que separa la humanidad y la barbarie. Lo que hace Jonathan Glazer es cambiar la manera de contar el horror, a través de una idílica familia nazi, y centrarse en las dinámicas sistémicas que permitieron el nazismo. Dinámicas que siguen estando entre nosotros. Esa es la grandeza de esta película, no contar el pasado, sino el presente, usando ese concepto por el que Hannah Arendt fue perseguida, la banalidad del mal. La eficiencia y el progreso -emblemas de la sociedad capitalista- como causantes del genocidio y no monstruos con ideas perversas.

Aki Kaurismaki suma otro premio -siempre a las puertas de la Palma de Oro- con Les feuilles mortes, una película en la que vuelve a retratar a los perdedores sociales, obreros sin futuro en una ciudad portuaria, buscando el amor y la felicidad. Un homenaje al cine también, como único lugar donde ser feliz, en un Cannes marcado, una vez más, por la defensa del cine como gran condensador del relato político y social de nuestro tiempo. Y ahí Kaurismaki suma además del homenaje a la tradición europea, Bresson, Godard, Visconti, Chaplin, también muestra el estado de un continente, el suyo, con la guerra de Ucrania colándose en las casas de los personajes a través de la radio. "Un festival que continúa manteniendo vivo el cine. Twist and shout", decía en una carta leída por la actriz de su película.

La mejor dirección otro viejo conocido del festival, el director vietnamita Tran Anh Hung, por La Passion de Dodin Bouffan. Ganador de la Cámara de Oro con El olor de la papaya verde, cuenta ahora una historia profundamente francesa. Una historia sencilla, la relación sentimental entre un ‘gourmet’, Benoit Magimel, y la extraordinaria cocinera que lleva 20 años trabajando para él, Juliette Binoche. Una película que homenaje el patrimonio gastronómico y vinícola de Francia y la buena cocina, con escenas brillantemente dirigidas donde vemos a la actriz preparar meticulosamente todo tipo de exquisiteces francesas.

Yuji Sakamoto gana el premio a mejor guion Monster, la emotiva película del director japonés Kore Eda. Una historia que habla de diversidad, convivencia, falsedades y amistad. Contada desde tres puntos de vista diferentes, pues el guion copia la estructura de Rashomon, donde un mismo hecho se cuenta a través de tres enfoques, que explican a los personajes implicados en un altercado en un colegio. Eso permite ir mostrando la intriga en la que se ven envueltos mostrando en cada una de las historias nuevos detalles con los que el espectador va haciéndose una idea de lo que ha podido pasar. Por cierto que la película también ha ganado la Queer Palme. Es la primera vez, desde 1995, en la que Kore Eda dirige un guion no escrito por él, sino por Sakamoto Yuji, con quien trabaja por vez primera. Ambos son de la misma generación, han vivido el mismo tipo de tabús comunicativos y familiares, donde las pseufamilias van creándose para sortear los vacíos amorosos y existenciales que deja la sociedad.

Solo por la escena final de Perfect days, el filme de Wim Wenders, ya merece el premio a mejor actor el japonés Koji Yakush. Un papel en el que pasa de lo anodino a todas las emociones sin casi diálogos, solo con el rostro y el trabajo de su cuerpo, metido en la piel de un limpiador de baños en Tokio con un pasado que vamos descubriendo a lo largo de la historia. Habitual del director Shohei Imamura, y de Kore Eda, le hemos visto en películas como Memorias e una geisha y Babel o en la más reciente Belle. El premio a mejor actriz ha sorprendido más. El jurado ha reconocido el trabajo de la actriz turca Merve Dizdar protagonista de About dry grasses, el monumental filme de Nuri Bigel Ceylán. Un papel que parecía en un segundo plano ante el protagonista, un profesor totalmente decadente en una escuela perdida en Anatolia. Un papel con menos metraje que otras competidoras, como la alemana Sandra Hüller, la favorita en las quinielas que ya se quedó sin premio con Toni Erdman, pero al actriz turca tiene la gran escena de una potente historia sobre la soledad, la incomprensión del mundo y la falta de empatía.

Palmarés de la edición número 76 del Festival de Cannes

Palma de Oro: Anatomía de una caída, de Justine Triet

Gran Premio del Jurado: La zona de interés, Jonathan Glazer

Mejor dirección: Tran Anh Hung, por La Passion de Dodin Bouffan

Mejor guion: Yuji Sakamoto por Monster

Mejor actriz: Merve Dizdar por About dry grasses

Mejor actor: Koji Yakush por Perfect days

Premio del Jurado: Les feuilles mortes de Aki Kaurismaki

Palma de Oro al mejor cortometraje: 27 de Flóra Anna BUDA

Cámara de Oro: Inside the yellow cocoon shell, de Thien an Pham