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Ted Bundy, el asesino en serie narcisista

La vida de uno de los criminales más sádicos de América, que llegó a cometer 36 feminicidios

Ted Bundy, el asesino en serie narcisista

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Bundy nace en 1946 en el Estado de Vermont (EEUU). Tuvo una infancia peculiar porque por razones de moralidad sus progenitores le engañan y crece pensando que sus abuelos son sus padres y que su madre es su hermana. Cuando se entera de la verdad se genera un sentimiento de gran rencor hacia su madre.

Tras esto, tuvo una vida normal. Estudió psicología en la Universidad y aunque poseía un carácter introvertido que le impedía relacionarse con los demás, cuando empezó sus estudios universitarios, su actitud cambió por completo. Su entorno estudiantil le consideraba un chico afable y con buenos modales. Pero manifiesta comportamientos inmaduros y obsesivos con una relación sentimental que mantiene en esta época y que ponen fin a la relación.

Regresó a los estudios de derecho haciendo méritos ante los profesores. Parecía un hombre brillante. Se echó incluso una nueva novia, Meg Anders, una mujer recién divorciada y con un niño pequeño con la que estuvo varios años. Una vez que Bundy fue arrestado por la policía, esta publicó un libro bajo un pseudónimo, en el que explicaba su relación con el asesino.

Los crímenes

Los investigadores y criminólogos que estudiaron el caso detectan los siguientes elementos: las víctimas siempre van a ser mujeres jóvenes; en las etapas finales de su terrible periplo también secuestra, agrede sexualmente y asesina a adolescentes o incluso niñas. Hay un claro componente misógino, sádico (agredía brutalmente a las víctimas, las torturaba muchas veces) y sexual: la mayoría de las veces las violaba.

Con el paso de los asesinatos hay una evolución en su forma de actuar, en su “modus operandi”.

En la primera fase actúa de noche (8 asesinatos se calculan). La mayoría de ellos en el Estado de Washington. En la segunda fase se mueve al Estado de Utah. Se hace más sofisticado: ataca de día y hay una actuación del agresor que hace que se exponga a las miradas de terceros.

Algunas de las personas cercanas a las jóvenes desaparecidas testificaban que poco antes de desaparecer habían visto a la víctima hablando con un hombre que iba cargado con libros y/o llevaba un brazo con una escayola o en cabestrillo. Ted Bundy solicitaba ayuda valiéndose de un físico atractivo que no infundía temor para buscar que le acompañaran a dejar cosas en el maletero. Aprovechaba esta circunstancia para golpearlas, meterlas en el maletero y huir del lugar.

También hubo testigos que observaron a un hombre conduciendo un Volkswagen visto dando vueltas por el sitio donde desaparecieron dos de las jóvenes asesinadas.

En el segundo semestre de 1974 al menos comete 11 asesinatos en Utah. Todos de forma similar: engañando a las víctimas para que le acompañen voluntariamente. Es aquí cuando se producen una serie de acontecimientos muy importantes el 8 de noviembre de 1974.

Durante este día Bundy se acercó a una joven en un centro comercial. Haciéndose pasar por un oficial de policía, le dice que habían intentado robar su coche. La joven subió al auto de Bundy bajo la falsa creencia de que iban a la comisaría para presentar un informe. Después de detener abruptamente el coche, Bundy sacó una pistola y le esposó una muñeca. Ella luchó y consiguió apartarse antes de que Bundy pudiera fijar el otro extremo de las esposas. Ella lo golpeó en la cara y salió corriendo y consiguió que un conductor que pasaba la llevara a la comisaría de policía. Una vez allí, la mujer explicó lo sucedido y así se obtuvieron datos muy muy importantes: una descripción detallada del hombre, del vehículo y el tipo de sangre del atacante.

Esa misma noche, una chica de 17 años desapareció del aparcamiento de su instituto donde había acudido junto a sus padres a ver una obra de teatro. Los familiares, preocupados por la tardanza de la menor, llamaron a la policía que va al lugar, tras una búsqueda por el estacionamiento, encontraron la llave de un par de esposas. La llave pertenecía a las esposas con las que, horas antes, se había presentado la 1 mujer.

La directora de la obra de teatro, Jean Graham, declaró que durante la actuación un hombre de aspecto parecido al del sospechoso le había solicitado que lo acompañara al aparcamiento para identificar un vehículo, pero ella se había negado porque estaba ocupada con la obra. Unos días después un testigo comunica a la policía que ese día había visto salir precipitadamente un Volkswagen de color claro del estacionamiento del instituto.

La investigación

La policía pasó por grandes problemas en la búsqueda. Bundy despistaba a la policía porque sabía cómo variar su aspecto físico. Se cambiaba el peinado, se dejaba crecer la barba y bigote o se los afeitaba. También cambió de residencia y se mudó a (Utah) donde el 30 de agosto de 1974 se matriculó como estudiante en la Facultad de Derecho en la Universidad de Utah.

Bundy demostró una evidente capacidad de planificación fría, metódica y detallada: organiza su vida en torno a la planificación de unos crímenes. No hay comportamiento errático o que evidencia una patología mental más allá de la crueldad y de la maldad.

Tras la fecha clave el 8 de noviembre la investigación avanza con las siguientes conclusiones: la conexión entre las dos desapariciones del día 8/ planificación/ atacante de mujeres (lo intentó con la directora de la obra) les llevó a concluir que era un asesino en serie. Además la conexión con los asesinatos del Estado de Washington y el Voklswagen enlazan. Las policías deciden trabajar juntas.

El 11 de octubre de 1974, una joven, estudiante de farmacia de 21 años, esperaba el autobús para ir a la facultad, cuando Ted Bundy se ofreció a acercarla allí en su Volkswagen. Con la excusa de ir al zoológico, estacionó su vehículo en un lugar apartado y violó a la chica durante horas, a la vez que la intentaba estrangular. La víctima, consiguió escapar y llegar a la facultad, pero no tuvo valor para denunciar, lo ocultó durante cuarenta años por miedo a ser rechazada.

¿Sentía Bundy que iban tras él?

Decide mudarse y atentar contra otras mujeres en Colorado y Oregón. La policía ya sabe que están ante un asesino en serie. Y observan que cada vez comete más errores y por fortuna más mujeres logran escapar. Finalmente, y gracias al retrato robot del asesino, una amiga cercana de Meg Anders, la pareja de Bundy, lo reconoció.

 
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