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El aclamado gesto de Djokovic con Davidovich en Roland Garros que desató la ovación del público

El serbio ayudó al español cuando, en el tercer set, Davidovich cayó al suelo y se hizo daño tras el impacto

Djokovic y Davidovich se saludan durante el partido de dieciseisavos en Roland Garros / JULIEN DE ROSA

Djokovic tuvo que sacar a relucir su mejor arsenal de tenis para doblegar a un combativo Davidovich que le puso realmente difícil el pase a los octavos de Roland Garros. En las dos primeras mangas, el duelo se decantó en el 'tie-break' en favor de Novak, pero la realidad es que el español tuvo oportunidades para haber logrado algo más y esa falta de colmillo le terminó penalizando. Ya en la tercera manga, con todo de cara, Davidovich bajó el listón y Djokovic se sintió más cómodo.

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Cuando el partido iba 3-1 en el tercer set en favor del jugador Serbio, en el punto del 'deuce' se produjo una acción en favor de Novak que desató una gran ovación por parte de toda la Philippe-Chatrier. En el punto del 'deuce', el jugador español se cayó el suelo tras resbalar en una zona en la que había menos arena, debido a que el viento la había desplazado.

Fokina cayó con su pierna izquierda y ese fuerte golpe le obligó a tener que irse a su banquillo. Djokovic le acompañó al centro de la pista para interesarse por él y le ofreció su propia toalla y hielo para que Davidovich pudiera volver con las mejores garantías. Ese gesto desató la ovación de toda la pista central de Roland Garros como señal de agradecimiento a 'Nole' por lo que acababa de hacer. Además, no le presionó en ningún momento para que el partido se reanudara cuanto antes y, con una palmada en el hombro, le invitó a que se recuperase de la mejor forma posible para volver al choque.

Djokovic ya espera rival en los octavos de Roland Garros

El serbio Novak Djokovic avanzó a octavos de final de Roland Garros al término de un épico duelo contra el español Alejandro Davidovich que le obligó a sacar su mejor tenis para imponerse en tres mangas. La calidad del número 3 del mundo en los momentos decisivos fue la clave de un duelo jugado de poder a poder, en el que ambos tuvieron opciones, pero fue el serbio quien mejor las aprovechó, para imponerse por 7-6(4), 7-6(5) y 6-2 en 3 horas y 36 minutos.

Davidovich podrá lamentarse de no haber sacado partido de sus oportunidades, tuvo saque para ganar la primera manga y bola de set en la segunda, pero en ambos casos el exnúmero 1 reaccionó con mucha altura. Djokovic no se sintió cómodo en ningún momento en la pista central de París, atormentado por el viento, por el público, con quien el divorcio parece consumado, y por el rival, que durante dos sets que duraron casi hora y media cada uno, batalló con mucha fe, inspirado por la victoria que el año pasado había conseguido en Montecarlo.

Le faltó ese instinto asesino a Davidovich cuando tuvo al serbio contra las cuerdas, dejó con vida a uno de esos tenistas que, con un hilo de vida, construyen una victoria. Djokovic demostró sus dotes de superviviente, contra el viento, el público hostil y un rival que le llevó al límite, al que domesticó con el fino bisturí de las grandes ocasiones, como hacen los campeones.

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Ángel García

Nació en Manzanares (Ciudad Real) en 1999. Periodista...