237.000 personas han muerto en 2022 como consecuencias de las guerras y conflictos en todo el mundo según un nuevo informe del Uppsala Conflict Data Program (UCDP) de la Universidad de Uppsala (Suecia) publicado en el Journal of Peace Research. Es el dato más alto desde el genocidio de Ruanda en 1994, año en el que estaban activas todavía las guerras en Yugoslavia. 180.000 de esas víctimas son la suma de los conflictos en Etiopía y en Ucrania. En Ucrania murieron más de 80.000 personas entre bombardeos y ejecuciones, y en Etiopía, en las luchas entre rebeldes y gobierno, el número de víctimas ronda las 100.000. De hecho, la guerra en Etiopía en la que están enfrentadas las autoridades regionales de Tigray y el Gobierno federal ha dejado más muertos en combate que los registrados en las guerras de Ucrania, Yemen, Somalia, Mali o Burkina Faso todas juntas. Además, el informe también destaca que el Estado Islámico sigue activo, aunque tiene más impacto en África que en Oriente Medio según ha explicado a la SER Shawn Davies, investigador de la universidad. El ISIS ha matado a cerca de 12.000 civiles durante el pasado año. Todas estas cifras son temporales y la universidad sueca no descarta que según se vayan verificando nuevos casos se incrementen, aunque con estos baremos superan con creces los datos de años anteriores. El informe de la universidad de Uppsala destaca cómo las guerras de trincheras han provocado un mayor número de bajas, y este ha sido un tipo de combate muy generalizado el pasado año. Ha sido por ejemplo el principal método de resistencia de las tropas ucranianas en algunos puntos del este de su país. La guerra de Ucrania es además el primer conflicto interestatal a gran escala de los últimos 20 años, aunque durante 2022 el informe recoge hasta 55 conflictos con la intervención directa de uno o más Estados. También alerta sobre la intervención de grupos paramilitares, como es el caso de los mercenarios de Wagner que están matando a sueldo de Moscú en Ucrania, en conflictos internacionales. El informe destaca dentro de los conflictos en los que no hay un enfrentamiento entre países la lucha armada entre bandas de narcotraficantes en México, origen de 9 de cada 10 conflictos armados de este tipo. En Brasil y en distintos países de Centroamérica se registra también un aumento de la violencia.