Masturbación

Madrid

Supongo que a estas alturas no hay que explicar qué es la masturbación, cualquiera lo sabe. Y el desinformado lo puede buscar en el diccionario, cosa que nuestros antepasados no pudieron hacer hasta 1884, que es cuando los académicos registraron la palabra junto al verbo masturbarse, pronominal, porque se consideraba que era un gozo sexual que alguien se procuraba en solitario. Un gozo no muy bien visto, porque de las dos posibles etimologías de la palabra, turbarse con ayuda de la mano o cometer estupro con la mano (manus stuprare), escogieron la segunda. Así que la masturbación era una especie de autoagresión sexual.

El verbo masturbar, limpio de pronombre, llegó, atención, en 1992. Y en su definición también explicitaron que ese goce, que ya podía ser compartido y se podía proporcionar con la mano o “por otro medio”. Aunque para que esos otros medios se nombrasen en el diccionario hubo que esperar al siglo XXI. Allí ya aparecen consoladores y vibradores y las dos formas clásicas de estimulación sin necesidad de aparataje, la felación, evolución castellana de fellatio latina, y el cunnilingus, que mantuvieron intacta del latín porque la palabra evolucionada, coñolengua, no pareció muy apropiada. Y hasta aquí puedo leer. Espero que hayáis quedado satisfechos.