Migraña
"Tiene origen remoto en la palabra griega 'hemikranía' y un poco más cercano en la latina 'hemicrania', casi la forma en la que entró en el diccionario en 1803, hemicránea, "lo mismo que 'xaqueca'", decía el diccionario en su definición, porque esta palabra estaba ya recogida, así, con equis, desde 1739"

Hoy nos metemos de cabeza en la palabra migraña, que tiene origen remoto en la palabra griega 'hemikranía' y un poco más cercano en la latina 'hemicrania', casi la forma en la que entró en el diccionario en 1803, hemicránea, "lo mismo que 'xaqueca'", decía el diccionario en su definición, porque esta palabra estaba ya recogida, así, con equis, desde 1739. Tanto hemicránea como 'xaqueca', que fue ya jaqueca, con jota, en 1817, se referían a un dolor localizado en o que afectaba solo a la mitad de la cabeza, de ahí el prefijo 'hemi-'.
A lo largo del XIX llegaron al diccionario las cefalalgias (1869) y las cefaleas (1884). La migraña tardó un poco más. Entró en 1925 como evolución de hemicránea, aunque parezca mentira. Seguramente fue por empuje de los hablantes que a partir de hemicránea fueron diciendo 'hemicraña', primero, 'micraña', después, para consolidar finalmente migraña. Hoy nombra esta palabra un dolor específico y por eso su uso se ha generalizado y normalizado. Pero hasta hace poco tiempo migrañas y jaquecas eran dolores de gente pija o de actores de Hollywood. A los demás, sencillamente, nos dolía la cabeza, o el tarro, o el coco, o la pelota, o la chola.




