El Vaticano inventa la bendición espacial: mensajes del papa desde un satélite

El Vaticano utiliza la ciencia para acercarse más al entorno celestial, variando aquello del "Urbi et orbi" por algo más parecido a "Urbi et Orbita". La Santa Sede ha confirmado hoy el lanzamiento de un pequeño satélite que contiene la bendición del papa del 27 de marzo de 2020, una oración histórica ya que la expresó ante una plaza de San Pedro totalmente vacía por culpa de los confinamientos de la pandemia. "Spei Satelles" se llama el proyecto, "satélite de esperanza" en la traducción del latín.

El satélite, que viaja con la bendición previa del pontífice, fue lanzado por la Agencia Espacial Italiana y las palabras que dijo ese día el papa podrán ser escuchadas por radioaficionados una vez que el artefacto comience a orbitar. También se lanzarán mensajes de otros papas del pasado, entre ellos el que dedicó Pablo VI a los astronautas que llegaron por primera vez a la Luna.

El Vaticano también ha facilitado a quien lo quiera, y previo compromiso de llevar a cabo una obra de misericordia, una tarjeta de embarque simbólica así como la inscripción del nombre del devoto o devota en la pequeña nave.

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El Vaticano intenta unir ciencia y religión en el proyecto y explican en su web oficial que "esta vez se hace referencia a la exploración espacial como fuente de esperanza y de fraternidad y no sólo desde el altar del poder y de los intereses del mundo". El satélite vaticano pesa apenas 3 kilos y está alimentado por paneles solares. Contiene físicamente un nanolibro con el mensaje de Francisco y en su memoria contiene un archivo con los mensajes de esperanza para esparcir durante su viaje. Viajará en una órbita terrestre a una altitud aproximada de 525 kilómetros.

La Santa Sede no ha querido dar detalles del coste del lanzamiento del satélite. Tomando como referencia un artículo publicado por la revista Science sobre el coste de este tipo de pequeños artefactos, cada uno de los que se han lanzado hasta el momento y que tienen el mismo peso que el financiado por el Vaticano han costado más de un millón de dólares.

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