¿Sabes encajar una crítica?
Hay muchos tipos de personas a la hora de recibir críticas. Entender cómo manejarlas te ayudará a gestionarlas

¿Cómo hacer una crítica? Así en resumidas cuentas teníamos que encontrar el momento y lugar adecuado (nada de criticar en la cena de Navidad delante de toda la familia), hablar los problemas de uno en uno, no sacar el libro de las críticas y evitar las palabras nunca o siempre porque son el detonador de enfados más grande que hay (eso y el “tranquilízate” cuando estas con nervios).
Pero también hay que mirar al otro lado. Vamos a ver diferentes tipos de comportamientos a la hora de recibir una crítica, a ver con cuál nos reconocemos más. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo reacciona de la misma manera a las críticas. Esto depende de muchas cosas, por eso vamos a generalizar. También hay que tener en cuenta de quien viene la crítica. ¿Por qué cuando te critica alguien con quién tienes confianza como que te escuece más? Si te critica un desconocido es más fácil de gestionar que si lo hace alguien que te conoce. O si es algo que no puedes cambiar en ese momento pues tampoco se suele llevar muy bien, porque en general, si algo no lo puedes cambiar en 3 minutos no deberíamos criticarlo (rasgos físicos por ejemplo).
Vamos a ver los 3 tipos de comportamientos más clásicos a la hora de recibir críticas. Pongamos el mismo ejemplo de la semana pasada. Quieres que tu pareja sea más ordenada.
El primero es el denominado Rastrillo.
¿Tú sabes lo que pasa cuando pisas un rastrillo? Que el palo te da en la cara, ¿no? Pues este tipo de personas actúan igual, atacan sin contemplar el contexto. Golpean y luego ya piensan. Es como que desprecian aquello que les dices y suelen cambiar el tema de conversación: “¿Qué yo no recojo bien mi cuarto? ¡Pues anda que tú no veas cómo dejas de migas la cocina y nadie te dice nada! Tú que sabrás que he hecho en todo el día, he trabajado hasta tarde y estoy agotado. No tengo por qué soportar esto, quién te crees…”
Vamos, te tratan de hacer sentir culpable por haber pedido algo. ¿Qué podemos hacer? Usar la técnica del disco rayado. Di siempre lo mismo con el mismo tono. “Solo te he pedido que no dejes tus zapatillas y calcetines en el salón”. Y tú no recoges las migas. “Ok, lo tengo en cuenta, yo solo te he pedido que no dejes tus zapatillas y calcetines en el salón”.
El siguiente comportamiento más típico es la ficha de dominó.
¿Tú has visto los videos estos donde se hace un camino enorme de fichas de dominó, empujas la primera y eso desencadena que se caigan todas. Pues igual. Este tipo de personas se culpabilizan de más por la crítica y lo extrapolan a todo lo que pueden, no consiguen sobrellevar bien la crítica.
“Cómo he podido dejar ahí los calcetines tantos días, no debería tener este tipo de fallos, soy un desastre, nunca voy a hacerlo bien, si es que no deberíamos vivir juntos porque no sé hacerte feliz…"
Y ya se van demasiado lejos. Yo aquí me centraría solo en el problema actual, recalcando que solo quiere hablar de un hecho puntual, no de la relación en sí.
Por último, aquí un tipo de ser ya evolucionado y trabajado en lo que a críticas se refiere. La muñeca rusa.
¿Tienes en mente lo que es una muñeca rusa? Esta muñeca de madera que cuando la abres hay otra muñeca más pequeña dentro, y cuando la abres, otra, y otra y otra…Pues las muñecas rusas entienden que cuando alguien te hace una crítica, es algo concreto de tu persona lo que le molesta, no tu persona en general.
Otra virtud de muchas muñecas rusas es que tienen la base cóncava y mantienen la verticalidad ante un empujón. Así, si te empujan con una crítica, tras un breve tambaleo, vuelves a ponerte en pie.
“Reconozco que es incómodo que tengas que ver mis calcetines todos los días en medio del salón. Voy a intentar estar pendiente de recogerlo a partir de ahora.”
Es decir, aprenden de sus errores.




