¿Se puede revivir una vieja amistad o un amor?

¿Qué sucede cuando nosotros hemos cambiado y la gente de nuestro pasado no? Crecer nos hace madurar y ver las cosas de otra forma. En el reencuentro con esas personas puede ser posible que choquemos y todo nos parezca distinto.

Por ello, ¿para qué sirven (desde un punto psicológico e espiritual) los encuentros de antiguos alumnos? Es muy interesante reconectar con amigos del pasado para ver cómo eras tú en el pasado. Esos amigos antiguos son como un espejo de nuestra versión pasada.

Hay un gran problema en el acto de madurar. Se crean capas que van tapando nuestro antiguo ser. Por ello, esto puede ser un viaje en el tiempo que nos rejuvenece. Para esto mismo, pueden servir las redes sociales, para conseguir esta ansiada segunda oportunidad.

¿Y con aquellos amores que no funcionaron? ¿Vale la pena esa segunda oportunidad? Probablemente no. Porque el motivo que llevó a la ruptura suele volver a aparecer de nuevo, y en estas ocasiones, duele mucho más. Hay veces que no hace falta un segundo capítulo.

Algunas citas célebres para reflexionar:

“Los viejos amigos no solo conocen tu verdadero yo, sino que lo prefieren”. Martha Bolton

“Los viejos amigos son como bancos de memoria adicionales, que amplifican y aumentan nuestra propia capacidad para recordar el pasado.” Craig Nage

“Los viejos amigos nos recuerdan quiénes éramos y quiénes queríamos ser.” Miriam Goodman

“Los viejos amigos son recordatorios de viejos viajes; nos mantienen enraizados en el suelo de nuestro ayer mientras nos impulsan hacia el mañana.” Ana Rowthorn