Periodista

Madrid

Hurgar en la raíz de la palabra periodista es repasar la historia de nuestra profesión. La primera aproximación se incluye en el diccionario en 1734, gazetero, "el que hace o vende gazetas", distinto del gazetista, "el que las leía". Todas escritas aún con zeta por ser palabra italiana. Una gazeta era "la relación de las novedades de las provincias de la Europa y también algunas de África y Asia". Un siglo después, en 1823, llegó la palabra periodista, que nombraba todo el escalafón de un periódico: al que escribía, al que lo componía y a quien lo dirigía, el editor. Y hubo que esperar otro siglo, hasta 1914, para que se definiera el oficio de manera más concreta y se nombrase la profesión: periodismo.

Un oficio que, como la palabra indica, solo se refería a quien escribía en los periódicos. Fue a finales del siglo XX cuando la definición se amplió a quienes preparan o presentan informaciones "en cualquier medio de comunicación". Y aún más tuvieron que aguardar los fotoperiodistas, cuya profesión se recogió en 2014, junto a los tuiteros. Quienes no son muy partidarios del lenguaje inclusivo siempre ponen el ejemplo de nuestro oficio para hacer chascarrillos. "¿Entonces vosotros sois periodistos?", nos preguntan. Pues no hemos visto la necesidad, pero si este hubiera sido un oficio de mujeres quién sabe si el mismo académico que introdujo el término modisto, sin que ardieran las calles, se hubiera lanzado a construirlo.