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El Barcelona consigue su vigésima Liga ACB tras vencer al Real Madrid

El conjunto de Jasikevicius gana el tercer partido a un Real Madrid que se fue desinflando a medida que pasaban los minutos

El FC Barcelona celebra su vigésima Liga ACB. / Liga Endesa

El Real Madrid se enfrentaba al FC Barcelona en el tercer partido de la final de la Liga ACB. Tras perder los dos primeros partidos en el Palau Blaugrana, el conjunto madrileño tenía la obligación de lograr lo imposible hasta el momento si no quería perder el título. Ningún equipo en la historia había conseguido levantar un 2-0 en contra, pero el Real Madrid es conocido por sus remontadas por algo, por lo que el Barça no se podía relajar ni un solo segundo.

El Barça tenía una oportunidad única para vengarse de lo sucedido en la final de la Liga ACB del año pasado y no la iba a desaprovechar. Fue superior al final del encuentro y salva una temporada complicada para los catalanes.

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Primeros cuartos con máxima igualdad

El Madrid comenzó el partido nervioso por las circunstancias y el Barça lo quiso aprovechar. En tan solo dos posesiones se pusieron cuatro puntos por delante, pero los pupilos de Chus Mateo, empujados por un WiZink Center lleno, consiguieron reponerse a la situación. En el ecuador del primer cuarto iban empate a nueve. Yabusele y Tavares se hicieron muy fuertes debajo del aro. Ganaron la mayoría de rebotes ofensivos y sacaron faltas importantísimas, pero a medida que pasaban los minutos, el caboverdiano demostró que no está en el mejor momento físico de la temporada.

Mirotic, al igual que en todos los partidos disputados en la final, tiró del carro en los primeros instantes del encuentro evitando que los rivales pudiesen distanciarse ni siquiera un poco en el marcador. Hezonja entró a la cancha y el Real Madrid mejoró mucho su juego. Encestó un par de canastas desde la zona y los locales finalizaron los primeros diez minutos ganando de uno (21-20).

El segundo cuarto comenzó al igual que el primero, aunque esta vez el Barça fue aún más superior. El conjunto de Jasikevicius estaba enchufado y todo le salía bien. Ganaban todos los rebotes ofensivos, anotaban la mayoría de sus canastas y movían el esférico a gran velocidad. El Real Madrid en el "mini" descanso entre cuartos se durmió e iban perdiendo en los tres primeros minutos por un parcial de 1-9 (22-29). El público madridista estaba muy metido en el partido y reclamó al unísono unos posibles pasos de Mirotic que no se pitaron

Causeur fue el café que necesitaba su equipo para despertar. El francés y Llull no se iban a quedar de brazos cruzados, se echaron el equipo a la espalda y el Madrid puso las tablas en el marcador (31-31). El partido se convirtió en un intercambio de golpes en el que ambos conjuntos pasaban por diferentes estados de ánimo y de forma. Los locales encestaron varios puntos consecutivos y se marcharon al descanso 41-38.

El primer tiempo se resume en un Barça superior en los primeros instantes de los cuartos pero que se acababa desinflando rato después. Sorprendió la poca efectivad de los jugadores en los tiros libres, sobre todo por parte del conjunto madrileño (5/11 convertidos).

Sergio Llull durante el tercer partido de la final de la Liga ACB disputado en el WiZink Center contra el FC Barcelona

Sergio Llull durante el tercer partido de la final de la Liga ACB disputado en el WiZink Center contra el FC Barcelona / Europa Press Sports

El Barcelona fue superior a partir del descanso

El tercer cuarto fue un reflejo de los visto en los primeros 20 minutos. Jasikevicius consiguió que sus jugadores salieran como motos y obtuvieron un parcial a su favor en los primeros minutos de 4-11. Laprovittola tenía muñeca "caliente" y encestó dos triples consecutivos extraordinarios.

Tavares, aunque no se encontraba al 100% físicamente, empezó a carburar y acabó siendo fundamental. Mandó sobre la defensa y las canastas y rebotes fueron llegando poco a poco. El pívot de 220 cm se fue al último cuarto con unas estadísticas de diez puntos (segundo máximo anotador), ocho rebotes (el que más) y una asistencia. Kalinic metió un triple en la última posesión de un cuarto muy igualado y los blaugrana se fueron a los últimos diez minutos con una ventaja de un punto por primera vez en el partido (66-67).

El Real Madrid se desinfló en el peor momento

El último cuarto iba a tener a todo el WiZink con el corazón en un puño. El Barça se distanció de seis en el marcador y todo apuntaba a que íbamos a vivir un final como el del pasado domingo, pero no lo iban a volver a permitir. El conjunto azulgrana buscaba alejarse mediante triples y el Madrid, mediante Tavares, recortaba distancias en la zona. Los visitantes fueron superiores en la mayoría de los minutos, aunque la afición no estaban de acuerdo con las decisiones arbitrales y al grito de "fuera, fuera" mostraban su desacuerdo.

En los minutos finales los culés fueron superiores a sus rivales y el Madrid no tuvo chance de poder disputar el encuentro. Los jugadores blaugranas mantenían las posesiones y la única manera de poder ganar segundos en el marcador era cometiendo faltas, por lo que entraron en bonus demasiado pronto.

El Barcelona acabó llevándose una victoria que estaba "cantada" antes de que sonase la bocina final, pero el WiZink Center deja una imagen para el recuerdo. Durante uno de los tiempos muertos, y con la final ya decidida, toda la grada se levantó para aplaudir a su equipo, que lo intentó hasta el último momento. Finalmente, el encuentro acabó con un resultado favorable para el conjunto catalán de 82-83.

El Real Madrid no consiguió tirar de épica otra vez como en la Euroliga contra el Partizan. Aunque el resultado final fue de 3-0, en "Carrusel Deportivo" se comentó que "ha sido una de las finales más igualadas de la última década". Un intercambio de golpes constante.