Fernando Olmeda, autor de 'El látigo y la pluma': "Esta ola reaccionaria huele al odio antiguo"
Aimar Bretos entrevista a Fernando Olmeda, autor de "El látigo y la pluma. Homosexuales en la España de Franco"
Madrid
¿Cuándo se asentó la homofobia en España? El periodista Fernando Olmeda no duda a la hora de fechar el odio hacia el colectivo LGTBI: "España se hizo homófoba con Franco". La seña de identidad de la España triunfal de posguerra es el 'machismo orgánico' y en ese contexto surgieron teorías delirantes, como las que intentaban vincular "ser de izquierdas" con la homosexualidad. Un homosexual en la España de Franco podía ser enemigo, delincuente, enfermo o peligroso. O todo a la vez.
Olmeda hace un retrato de la España de esos años cargado de argumentos y seguridad, la que le aporta haber publicado "El látigo y la pluma. Homosexuales en la España de Franco" (Dos Bigotes). Ese ensayo se convirtió, desde que se publicara en 2004, en el principal libro de referencia sobre las condiciones de vida (y supervivencia) de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales durante el Franquismo. "Cuando releí el libro encontré la misma conmoción que cuando lo escribí. Siento emoción y conmoción al releer los expedientes de peligrosidad y las voces de aquellas personas perseguidas cuyo eco nos llega hasta hoy y nos alerta de la situación en la que nos encontramos", explica Olmeda.
Las entrevistas de Aimar | Fernando Olmeda
14:06
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Es imposible separar el contenido de su libro con el contexto político actual y él lo sabe. Está convencido de que el "odio que destilaba la dictadura se parece mucho al odio que estamos viendo hoy" y que "la ola reaccionaria actual huele mucho a ese odio antiguo al diferente". Precisamente por eso, él sostiene que la sociedad debe aparcar la indiferencia porque "esta convocatoria electoral es diferente a las anteriores", porque es evidente que se han roto los consensos sobre la realidad LGTBI. Sostiene Olmeda, además, que "quien está contra el colectivo LGTBI es la peor España".
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"El látigo y la pluma" recoge testimonios estremecedores, como el de un chico de 17 años que se fue de viaje con un amigo en 1949. Compartieron cama de matrimonio porque no podían pagar dos habitaciones separadas. El dueño de la pensión les dijo que no había problema, pero a las cuatro de la mañana llegó la policía y les detuvo. Uno de ellos acabó pasando por "el tubo". En el argot, "pasar por el tubo" significaba ser violado por diferentes personas. "Esto demuestra cómo mucho de esas situaciones partieron de la arbitraeridad y la impunidad, que son dos ejes vertebradores de la actuación de jueces y policías en aquella época. La arbitrariedad a la hora de definir qué comportamiento era susceptible de ser penalizado y la impunidad absoluta de los castigos", subraya Olmeda.
A pesar de todo, Olmeda explica que "la persecución fue un gran fracaso", porque el cambio que vino después demuestra que "la gente fue mucho más fuerte y más lista que la dictadura" y sobrevivieron con subterfugios, doble lenguaje y doble vida. También, señala Olmeda, hubo "doble moral", porque "todo tenía arreglo en la España de Franco". "Si una persona era sorprendida en un cuartel o en convento amando a una persona del mismo sexo generaba un problema, pero se resolvía rápidamente. Se resolvía con un cambio de diócesis o con un cambio de cuartel. Pasaba lo mismo con las familias de la zona alta de Barcelona. El padre siempre tenía un recurso económico para resolver el asunto con la policía", explica Olmeda.
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando en Hoy por Hoy y ahora trasnocha en Hora 25....