El botón olvidado de tu coche que puede ser clave en escenarios de mucho calor: así debes usarlo

Madrid

El verano ya ha llegado y, con él, las altas temperaturas en gran parte del país. Durante estos últimos días, los termómetros se han disparado por encima de los 40 grados en varias regiones, siendo el valle del Guadalquivir uno de los más afectados por la primera ola de calor de la temporada. Por esa misma razón, y dado que el calor tiene sus efectos negativos en la conducción, ya que favorece la aparición de fatiga al volante e incluso la somnolencia, es fundamental seguir una serie de consejos para mantener la temperatura de nuestro vehículo en un estado óptimo para conducir.

Mientras que algunos recurren al truco japonés para bajar la temperatura del coche hasta 20 grados en cuestión de segundos, que consiste en bajar la ventanilla del copiloto y abrir y cerrar posteriormente cinco veces seguidas la puerta del conductor lo más rápido posible, otros prefieren viajar con las ventanillas bajadas o directamente con el aire acondicionado activado. En caso de que seas de este último grupo, te recomendamos que le eches un vistazo a tu vehículo la próxima vez que vayas a viajar para descubrir si todavía puedes sacar un mayor partido al climatizador de tu vehículo.

El botón olvidado de tu coche

Nuestro vehículo cuenta con un sinfín de botones que rara vez llegamos a utilizar. Uno de ellos es el botón de recirculación del aire que, a pesar de que puede ser un gran aliado para enfriar más rápido nuestro coche e incluso mejorar la calidad del aire en el interior del mismo, suele pasar bastante desapercibido. El botón en cuestión se caracteriza por un icono en el que se muestra la silueta de un vehículo y una flecha giratoria en su interior. Todo ello para indicar que, una vez pulsemos sobre el mismo, el vehículo dejará de aprovecharse del aire externo para reutilizar únicamente el aire interno.

Ampliar

Por norma general, nuestro vehículo se alimenta del aire exterior. Gracias al sistema de climatización del mismo, el vehículo se encarga de recoger este aire exterior y comprimirlo, condensarlo y evaporarlo a través de un gas refrigerante para que llegue hasta nosotros con el caudal, dirección y temperatura fijada por el conductor o la conductora en cuestión. En el momento en el que activamos el botón de la recirculación del aire, estaremos cerrando las rejillas exteriores de nuestro vehículo para utilizar el ya presente dentro del habitáculo.

Incluso te ayuda a ahorrar gasolina

Como el aire ya está frío por el proceso anteriormente citado, cerrar las rejillas a través del botón de recirculación del aire obligará al vehículo a recircular el mismo una y otra vez durante nuestra travesía y que no siga recurriendo al aire venido desde fuera. Dado que cada ciclo de recirculación será más frío que el anterior, y que las rejillas han bloqueado la entrada de aire nuevo del exterior, este proceso nos permitirá enfriar el habitáculo de una forma mucho más óptima. Pero no solo eso.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Este proceso también aliviará carga del compresor, ya que trabaja de forma bastante intensa para enfriar el aire caliente el exterior, e incluso permite disminuir el gasto de combustible. ¿Cómo es eso posible? Principalmente porque el compresor del aire acondicionado sobre el que hemos hablado antes consume energía y resta potencia al motor. Como la recirculación del aire alivia la carga del compresor, el vehículo requiere menos energía y, por consiguiente, gasolina para funcionar. No obstante, los expertos recomiendan no tenerlo activado más de 10 minutos para evitar que el aire que recircula se cargue demasiado. En este preciso instante, volvemos a introducir aire del exterior y seguimos con la marcha con el habitáculo mucho más fresco.