F.O.M.O, cuando la vida online supera la offline

Ahora que estamos en verano, que se acercan las vacaciones, el contenido que vemos en las redes sociales es de gente pasándolo súper bien todo el rato, en barcos, que como decía Ibai Llanos en su día, “¿qué pasa, que todo el mundo tiene un barco?” La respuesta es no, pero todo el mundo relajado o disfrutando con sus amigos, y claro, puede que, por ejemplo, el mes de junio y julio estés trabajando, agobiado y cada vez que te metas en redes todo el mundo es o muy productivo y está haciendo muchos proyectos guais, o está relajadísimo en las playas de Bali.

Esa sensación después de haber estado una horita, o dos, viendo las vidas ajenas y maravillosas en instagram, apagar el móvil y tener esa “falsa” sensación de que tu vida es una mierdecilla o por lo menos mucho peor que la del resto de personas en redes.

Una falsa sensación

Esto que podemos estar experimentando se llama F.O.M.O. que viene de las siglas Fear Of Missing Out, o el famoso, miedo a perderse algo que nos mantiene muchas veces enganchados a seguir viendo contenido en redes o que prácticamente sea lo primero que hagamos al despertarnos por la mañana.

De alguna manera sentimos que si dejamos de mirar todos los días lo que pasa en nuestra vida online vamos a “desconectarnos” de alguna manera y eso como buenos animales sociales que somos intentamos evitarlo de cualquier manera, pero muchas veces ponemos en riesgo nuestra salud mental por ello.

Y es que el funcionamiento de las redes sociales es un poco turbio, no es la red social en sí, es cómo nos están educando para usarla. Y la clave al final está en que no dejes de mirar contenido. Para ello, se utilizan algoritmos que estudian tus patrones, por ejemplo cuando estás triste o nostálgico porque te has pasado la última hora en el perfil de tu ex. Al final en redes todo se mide para que sigas consumiendo, y para ello se utiliza el sistema de refuerzo intermitente, que al final tiene al mismo mecanismo que una máquina tragaperras. Tú metes la monedita porque sabes que en algún momento puede tocarte el premio, con las redes sociales es igual, tú haces scroll y sigues bajando porque aunque haya fotos o videos que no te interesen en algún momento habrá algo que “pum” active tu atención.

La diferencia entre online y offline en nuestra vida

Es cierto que algunas generaciones que no se han criado con el móvil no lo sienten real, pero lo que vivimos, experimentamos y sentimos en nuestra vida online (la vida digital), es igual de real que lo que nos pasa en nuestra vida offline.

Desde que pasó la pandemia, los casos de teletrabajo han aumentado y te puedes comunicar mediante un ordenador el 90% de tu trabajo sin problema. O la gente se enamora cada vez más usando aplicaciones para ligar. O el bullying es algo muy real en redes sociales y lo que te hace sentir es igual de doloroso que en el offline.

Para que veas lo real que es, en EEUU sacaron unas estadísticas en la que el suicidio en jóvenes aumentó un 70% desde 2014 que es cuando se pusieron las RRSS en los móviles.

Al final no se puede separar una vida de otra, pero hay que aprender a convivir con ambas y encontrar ese equilibrio.