Por qué el tiempo se acelera cuando envejecemos
Javier del Pino y Juan José Millás conversan sobre memoria y olvido con el catedrático de Psicología de la Memoria José María Ruiz-Vargas
Por qué el tiempo se acelera cuando envejecemos
Madrid
Haz una prueba. Pídele a alguien que te cuente un recuerdo. Que te lo vuelva a contar mañana. Y otra vez pasado mañana. En esencia será lo mismo, pero la cantidad de detalles que irán apareciendo y desapareciendo convertirá los tres relatos en tres versiones diferentes. “No somos capaces de evocar el mismo acontecimiento del pasado con exactitud en diferentes ocasiones” Este es uno de los experimentos y una de las conclusiones a las que llega José María Ruiz-Vargas, catedrático emérito de Psicología de la Memoria en la UAM y autor de “La memoria y la vida” (Ed. Debate), que recoge años de investigación sobre la memoria y sobre algo que quizás sea más importante: el olvido.
Aunque significara perder la identidad, podríamos vivir casi sin recuerdos pero sería completamente imposible vivir sin olvidar. “El olvido no es una enfermedad de la memoria, sino un síntoma de su salud”. Pero qué hace nuestro cerebro con toda la información que tenemos pero no utilizamos, “Según Robert Bjork, nuestra memoria —a diferencia de los ordenadores personales— no destruye la vieja información cuando aprendemos una nueva relacionada, como por ejemplo una nueva contraseña, sino que mantiene todas. La mente humana ha desarrollado estrategias cognitivas que permiten «prescindir» de la vieja información que deja de ser útil sin tener que borrarla. No desaparece pero la información vieja va perdiendo más capacidad de recuperación”
Tenemos asociados los problemas de memoria con la edad, pero lo cierto es que “desde los veintipocos años empieza un cierto declive, pero eso no se nota, porque nuestro sistema cerebro-mente, como me gusta llamarlo, es tan evolucionado y perfecto que compensa esas pequeñas pérdidas. Y, por tanto, no se nota nada todavía. Es partir de los 60 años cuando se aprecian los olvidos”
Es importante tener una vida activa y variada para generar muchos recuerdos que nos harán más felices en nuestra vejez. En esa densidad de recuerdos reside el hecho de que tengamos la sensación de que el tiempo pasa más deprisa.
¿Es fiable la memoria? ¿Se ajustan los recuerdos al pasado o son una invención de la memoria? ¿Por qué no hay recuerdos de los primeros años? ¿Cambian y se distorsionan los recuerdos? ¿Hay recuerdos falsos? ¿Es posible recordar hechos que nunca ocurrieron? ¿Por qué se olvidan tantas cosas? Son algunas de las preguntas que Ruiz de Vargas responde en este ensayo sobre la relación entre la memoria y la vida y en la conversación que ha mantenido con Javier del Pino y Juan José Millás.
Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER....