Los detalles de las fotos de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva: de las acusaciones de plagio a la barba de 3 días pasando por el ramo

España se divide principalmente en dos este lunes: entre los que llevan toda la mañana hablando de la exclusiva del ¡Hola! de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva y los que están pensando ya cómo verán el debate electoral esta noche. Los que pertenecen al primer grupo seguro que ya han comentado lo mucho que se parece el vestido de Carolina Herrera de la marquesa de Griñón al de Letizia y alaban o critican la barba de tres días del novio, pero hay muchos más detalles que pasan más desapercibidos. A la asesora de imagen Anitta Ruiz no le ha sorprendido el diseño del vestido de Tamara Falcó: «Es un vestido muy, muy clásico. Pero es verdad que después de todo el lío que hubo con el cambio de diseñador y que ella quería innovar y que la madre no quería y demás, pues yo creo que ya todos apostábamos a que lo que íbamos a ver iba a ser bastante clásico. Es un vestido que le queda muy bien porque deja al aire las clavículas, que es una zona que ella tiene muy bonita y le despeja mucho la cara, pero me recuerda inmensamente a look general de doña Letizia cuando se casó». Lo mejor del vestido es el bordado manual que lleva toda la parte frontal y en el bajo del vestido: «Es una auténtica joya. Las cosas como son pero eso es una de las cosas que más recuerda al de Letizia, la parte de abajo es casi exactamente igual», señala esta experta. Cuenta además que «en Carolina Herrera ya han ya se han encargado de de filtrar un vestido negro que presentó Wes Gordon en una colección hace unos años con unos bordados parecidos como para para quitarse un poco del plagio. Lo que pasa es que sí que es verdad que como todos en la cabeza teníamos metido que Sophie et Voilà se negaron a hacerle el vestido porque ella había ido con un vestido que quería plagiar, pues enseguida hemos pensado en eso». Las diseñadoras rompieron el contrato con Tamara Falcó por las «exigencias» de la marquesa que, según publicaron varios medios, pasaban por copiar prácticamente igual un vestido de Chanel. En cualquier caso, cuando hay muchas expectativas sobre algo es fácil que haya algo de decepción posterior: «Es lo malo de estas cosas. Que como se habló tanto de que si era un vestido diferente, que se iba a innovar, que si habrá cambio, que al final, es lo que tienen estas cosas». Aún así destaca que no hay que olvidar que se casaba en un palacio, que llevaba una tiara muy clásica y que ese look sí acompañaba. Además, lo bueno de ese estilismo es que «va a envejecer muy bien»: «Ella podrá ver esa foto dentro de 10 años o dentro de 20, y va a seguir viéndose bien porque es lo que tienen las cosas clásicas», apunta Anitta Ruiz. También ha llamado mucho la atención que sea un vestido más pensado para otra época del año más fría: «No es un vestido para un 8 de julio en el Madrid. Tuvo mucha suerte y no hizo especial calor, pero me parece un vestido muy de invierno. Lo que pasa es que yo creo que, como todo en esta boda, está pensado para la foto y en la foto este tipo de vestido favorece mucho». El maquillaje y el peinado acompañan al vestido: «De cara está guapísima. Me parece que ha que ha sido un acierto ese maquillaje tan natural porque ella no se maquilla en exceso pero el recogido, y esto es una opinión muy personal, me parece que no es el que más le favorece. Ella está muy guapa con el pelo recogido muy tirante y es muy habitual verla con coleta, pero este moño hacia abajo yo creo que es como que le alarga un pelín la cara y como la tiara recorta, también sube hacia arriba, le tiende a alargar de más», señala Anitta Ruiz. Ha apostado por un peinado muy clásico, el típico moño bajo italiano de boda. Ahí tampoco se ha innovado: «Está muy bien, pero sí que es cierto que yo creo que si en vez de ese moño tan clásico hubiese innovado un poco, adelantando un pelín la tiara, haciendo un moño más tirante como los que ella lleva habitualmente, eso le hubiese dado un toque pelín más actual y yo creo que hubiese estado más guapa, aunque también es verdad que a lo mejor luego han probado y visto las dos cosas en conjunto y ella se veía mejor con algo tan tradicional que acompañase al look clásico que llevaba puesto». Entre las tendencias de novia, gana peso que los ramos sean cada vez más naturales y pequeños. Siguiendo esa moda, Tamara Falcó tenía claro que quería ese ramo de paniculata que en redes se ha llegado a comparar con un brócoli o con un ramo de ajos tiernos: «A mí me parece muy mono porque es como muy cuco, pero con todo ese bordado, ese vestido, la tiara, el pulserón que lleva y tal, pues queda un poco ridi», opina Anitta Ruiz. Ella cree que «si hubiera sido un pelín más largo o con algún toque verde» habría sido mejor. Entre las joyas elegidas por la novia destaca la tiara que perteneció a su abuela paterna Hilda y que su cuñada Amparo Corsini, esposa de Manuel Falcó, utilizó en su boda. Los pendientes son una creación exclusiva de Tous, una firma con la que colabora habitualmente. «El segundo vestido es una fantasía, es una preciosidad. Es un vestido muy Carolina Herrera en organza con volantes verticales y una lazada en el pecho. Ya lleva el moño un poco más deshecho. Yo creo que ella, Tamara Falcó, está mejor en el segundo vestido pero evidentemente es un vestido de fiesta, no un vestido para casarse», señala la estilista Anitta Ruiz, que percibe que este vestido «más informal y juvenil» va más en la línea de la ropa que ella lleva normalmente. Anitta Ruiz valora que el novio, en cambio, haya salido del clásico chaqué: «A mí me parece que está muy bien. Él me parece mucho más moderno con ese chaqué azul. Lleva la corbata la llevaba muy bien encajada de tamaño. Yo al novio le veo muy bien», insiste. También le gusta una de las cosas que más se han criticado en redes: «Mucha gente le está diciendo no te puedes ir a casar con una barbita de tres días pero es que yo creo que es su rollo. A lo mejor él, que va siempre va así, afeitarse para su boda se habría visto rarísimo. Yo creo que es el toque de Iñigo de todo esto». Entre las invitadas también hay vestidos que han llamado especialmente la atención a esta estilista: «Me parece que Eugenia Silva está espectacular porque lleva un DelPozo que es una fantasía. Vicky Martín Berrocal me gustó muchísimo, también Sassa de Osma está guapísima, que también va de Carolina Herrera». En cuanto a las madres de los contrayentes, también tiene buenas impresiones: «Me gusta mucho la madre de Iñigo porque llevaba un Caprile inspirado en los trajes de Fortuny. Me me pareció que iba súper acertada, al igual que pienso que Isabel Preysler, que también iba de Carolina Herrera, ha hecho muy bien en bajar un poco la sofisticación de su look, porque no era la madrina, el suyo era otro papel. Y yo creo que que ya de por sí, va a eclipsar a la madrina. Así que estaba muy bien así».

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Analizamos de la mano de una asesora de imagen todos los detalles de la boda del año

Elisa Muñoz

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