Si amanece nos vamos
Sociedad

Las lecciones del 'Hombre más feliz del mundo'

Tras la vida de Eddie Jaku, superviviente de los campos de concentración, podemos encontrar consejos únicos con los que mejorar nuestra vida

Las lecciones del 'Hombre más feliz del mundo'

Hablamos del gran éxito actual en las librerías, una historia verdadera de un centenario que aún vive:

Eddie Jaku se consideraba alemán antes que judío. Siempre sintió un gran orgullo por su país, hasta que en 1938 fue arrestado por los nazis y trasladado a uno de sus campos de concentración. Aunque su formación como ingeniero le concedió ciertos privilegios, primero en Buchenwald y después en Auschwitz, Eddie sufrió horrores indecibles. Perdió a su familia, a sus amigos, a su país. Durante todos esos años, lo que le mantuvo con vida fue su amigo Kurt, que le ayudó en momentos muy difíciles, y la bondad de la gente.

Como superviviente del Holocausto y para honrar a todos aquellos que no pudieron hacerlo, Eddie se comprometió a sonreír todos los días y a vivir el resto de su vida con gratitud. A sus 100 años de edad, Eddie asegura que se siente el hombre más feliz del mundo. En estas memorias conmovedoras nos cuenta la historia de su supervivencia y de cómo, gracias a su optimismo, logró superar los mayores horrores y transformar el dolor en esperanza.

Algunas frases del libro para remarcar:

(Lo que le enseñó su padre) «Si tienes la gran suerte de tener dinero y una casa bonita, puedes permitirte el lujo de ayudar a los necesitados. En eso consiste la vida. En compartir tu buena suerte», me decía mi padre, y también que es más gratificante dar que recibir, que las cosas importantes de la vida —los amigos, la familia, la bondad— son mucho más valiosas que el dinero, y que un hombre vale más que su cuenta bancaria.”

“Los nazis quisieron que yo odiara. Pero no lo hago” […]”Ellos nos odiaban, pero yo no odio. Quiero decirle a la gente joven ‘no utilicen esa palabra’. Es peligroso odiar a alguien”. […] “El odio es una enfermedad. Podrá ayudar a destruir a tu enemigo, pero también te destruirá a ti”

“El 50% de mi supervivencia se la debo a la suerte, el otro 50% a que supe cuándo hablar y cuándo guardar silencio”

“Una vez en el hospital me prometí a sí mismo si salgo de esta, seré el hombre más feliz del mundo. Seré servicial, seré bondadoso. Haré todo lo que los alemanes no hicieron conmigo. Esa es mi victoria”, declara.

“Me gustaría que todos supieran mis tres palabras: esperanza, salud y felicidad”

Otros dos libros que pueden relacionarse con este son los de “Si esto es un hombre” (Primo Levi) y “El hombre en busca de sentido” (Viktor Frankl).