Pantomima Full: "Hay gente que nos confunde con su sicario; nos escriben pidiendo vídeos de perfiles muy concretos"

Madrid

Pantomima Full ha conseguido que media España esté pendiente cada viernes de unos vídeos en los que Rober Bodegas y Alberto Casado (las personas reales detrás del proyecto), junto a otros colaboradores, despliegan un humor ácido, muy irónico, en torno a algún personaje prototipo, esos personajes que nos rodean en nuestro día a día y que en algún momento somos nosotros mismos: el colega que ahora va a catas de vino, el compañero de trabajo que juega al pádel, la amiga que hace meditación, el que se ha hecho vegano de repente, la que se mata a hacer 'crossfit' en el gimnasio, el que te da unas chapas tremendas enviándote audios de WhatsApp; y así desde hace seis o siete años.

"Siempre mola tener infiltrados en el campo específico, al final cuando haces un vídeo intentas ponerle cara, pero si no la tienes, preguntarle "tú que curraste en esto, cuéntanos". Poner cara ayuda mucho y luego tienes que estar informado, porque si no te quedas en la superficie. Si no conoces a nadie, te toca zamparte vlogs y vídeos de gente que es así", reflexionan ambos durante una entrevista en la Cadena SER, en Hora 25 con Aimar Bretos. "Ha habido momentos curiosos, no tanto venganzas, sino que decimos que hay que hacer un vídeo y sabemos que le va a sentar mal a alguien. Hay gente que te escribe mensajes y te confunde con su sicario: te pide cosas superpersonales, cosas que les han pasado y que no es tan general", reflexionan Bodegas y Casado.

El dúo lleva desde 2018 interpretando a personajes más comunes de lo que pensamos. Según ellos, son una "caricatura" de la sociedad, pero se acercan más al "retrato" porque intentan crear individuos muy realistas. "Lo que mola es reflejar exactamente eso y decir "es ridículo" y no exagerarlo", reflexiona Bodegas. Detrás de los vídeos hay humor, sobre todo, pero también hay un punto de crítica. A finales de marzo, el dúo sacó un 'gag' llamado 'Conformista' que causó un revuelo tremendo. El vídeo reflejaba a una prototípica pareja de clase media en la treintena, con la expectativa de tener un hijo y veranear en la playa. Lo que subyacía era el presunto conformismo de que, pese a vivir en un lugar y con unas condiciones francamente mejorables, en el fondo "no estaba tan mal". El visionado generó multitud de comentarios, desde lo "certero" que era a lo "doloroso" que resultaba.

"Mola que haya cosas en profundidad, pero también que sean cosas tontas. De hecho, el vídeo siguiente fue notas de voz de WhatsApp. No buscamos la trascendencia, pero tampoco rehuimos de ella. No nos molesta el revuelo, es gracioso, pero es verdad que cuando hicimos este vídeo nos dimos cuenta de que nos habíamos pasado un poco. Que era un poco duro", dicen. "Hay poca mesura. Los comentarios que recibimos van desde que somos los mejores a que hace un año que no hacemos gracia", argumentan.

"En YouTube te lees los comentarios y te ríes. Siempre hay alguno que da por saco, pero luego sacas un vídeo que crees que no va a funcionar tanto, pero luego hay buen ambiente", explican. "La gente se mueve en una línea de "me jode un poco, pero me vale". Mira, hubo un vídeo que era como un CEO de una start-up que decía "si buscas un trabajo no vengas aquí, esto es más como una experiencia", luego hubo colegas que nos mandaron pantallazos de LinkedIn con este tipo de perfiles. Hay gente escocida y no nos llega porque están en sus foros propios", señalan.

Según los humoristas, han descartado "muchas ideas", pero no porque le "escueza a alguien". "Una de las críticas más típicas que recibimos es que hemos sido blanditos con algún personaje", afirman. "Creo que tenemos el mismo concepto de cuando una idea fluye. Si no lo hace lo descartamos. Creo que si haces comedia te lo pasas bien haciéndolo. Si tú lanzas una idea y te ríes es garantía de que va a hacer gracia", reflexiona Alberto Casado. En los últimos meses, el dúo ha cambiado un poco el formato de los vídeos y hacen 'Esenciales', en los que cuentan las cinco cosas básicas, esenciales, que siempre lleva encima un personaje en concreto.

"Cuando empezamos a hacer esto, una de las cosas que más ilusión me hizo fue ver que algunos rótulos son memes y tienen significados en sí mismos. No necesitan vídeo", dice Bodegas. "Nos han tentado desde la política un par de veces, pero no lo vemos. La idea que se tiene de humor político es ponerte en un bando y hacer chistes del otro y eso me parece aburrido", revelan.