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Sergio Ramírez, de los tamales en Nicaragua a las tostadas en Madrid

El escritor y periodista nicaragüense nos recibe en su casa de Madrid. Vive exiliado desde que Daniel Ortega le quitó la nacionalidad

Desayunando con... Sergio Ramírez, de los tamales en Nicaragua, a las tostadas en Madrid

Madrid

Sergio y Tulita (Gertrudis Guerrero) nos abren su piso de exiliados en Madrid. Y la condición se nota nada más entrar y ver que uno de los más grandes escritores hispanos apenas tiene libros. Nos cuenta, con esa parsimonia al hablar, que los más de 8 mil libros de su biblioteca personal se quedaron empaquetados y almacenados en un guardamuebles en su país. Los que tiene aquí los ha ido comprando. Sí que da por perdidos los de la Fundación Luisa Mercado, una institución cultural y educativa que fundó en 2007 en memoria de su madre en Masatepe, su pueblo natal. "Era una fundación cultural pequeña pero que daba formación musical y cultural gratuita" nos cuenta, y eso le duele especialmente. Ramírez viene de una familia de músicos "mi abuelo daba un instrumento a cada uno de sus hijos, y tuvo 10, con lo que pudo tener una orquesta" nos dice entre risas. El gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo decretaron el cierre de fundaciones y ONG - más de 3.000- en 2022 dentro de la política de represión que llevan a cabo en Nicaragua. Se lamenta, Sergio, de la poca atención que se le presta a lo que pasa allí. Comprende que es un país pequeño "sin importancia geoestratégica, tierras raras o litio..." pero le entristece que ni siquiera en la próxima cumbre Europa-Latinoamérica, Nicaragua esté en la agenda de las reuniones.

Desayuno que nos ha preparado Sergio Ramírez y Tulita, su mujer, en su casa de Madrid

Desayuno que nos ha preparado Sergio Ramírez y Tulita, su mujer, en su casa de Madrid

Estar fuera del país sin posibilidad de volver es una sensación rara, porque "si puedes volver te evitas parte de la nostalgia". Ahora ellos tienen que vivir lejos de su país, y si nada cambia, no volver nunca. Sergio Ramírez se acuerda de los desayunos de domingo, con tamales y carne de cerdo, que muchas veces se preparaban el día anterior. "Son desayunos fuertes, de gente de campo". Hoy nos han preparado una cesta de bollos, un plato con papaya cortada, y café. Se ríe, Sergio, cuando ya hemos acabado la entrevista y me pregunta si quiero zumo, porque le divierten las diferencias en el idioma, para ellos sería "un jugo".

Lourdes Lancho

Subdirectora A Vivir Que Son Dos Días, antes...