Naufragios, canibalismo y barcos hundidos por ballenas: las historias reales que inspiraron Moby Dick
En la correspondencia del autor de la ballena más famosa del mundo, Herman Melville, están sus recuerdos, fuentes de inspiración, frustraciones como escritor y una vida llena de aventuras en el mar
Cartagrafías | Naufragios, canibalismo y barcos hundidos por ballenas: las historias reales que inspiraron Moby Dick
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Este fin de semana, el domingo 23 de julio, se conmemorará en todo el mundo el "Día Mundial de las ballenas y Delfines", fecha señalada desde 1986 cuando se prohibió internacionalmente su caza. Estaban al borde de la extinción: solo en el último siglo se han cazado más de tres millones de ballenas. Países como Japón o Noruega, que han ido buscado "excusas" legales, continúan con esta práctica -también Islandia, aunque acaban de anunciar que este verano no se podrán cazar y estudian erradicarla por fin- y por eso, organizaciones como Greenpeace y WWF continúan demandando su protección definitiva.
Y si hablamos de ballenas tenemos que hablar de la ballena más famosa del mundo, Moby Dick. Una historia, publicada en 1851, que narra la obsesiva persecución de un gran cachalote blanco de un barco ballenero, cargada de metáforas sobre el ser humano, considerada una de las grandes obras maestras de la literatura universal. Hoy su autor, el norteamericano Herman Melville, es protagonista de la sección.
Melville incluyó en Moby Dick detalladas descripciones sobre la caza de ballenas porque trabajó como marino en barcos balleneros de la época. Había crecido en un hogar privilegiado de Nueva York, muy creyente –de ahí la gran presencia de alegorías bíblicas en sus libros- pero su padre se arruinó y falleció así que, cuando fue mayor de edad, tuvo que embarcarse para ganarse la vida. Recorrió durante cuatro años el Atlántico y los mares del sur. Para recrear sus viajes y descubrir las razones que le llevaron a dedicarse a escribir podemos sumergirnos en sus cartas.
Se conservan unas 300 del autor y más de una docena están publicadas en España por una pequeña editorial de Segovia, "La Uña Rota", que en particular narran su amistad con otro escritor de la época, Nathaniel Hawthorne, autor de títulos como "La Letra Escarlata", y que ya estaba considerado uno de los mejores escritores de Estados Unidos. Con él compartía detalles del proceso de escritura, como cuando escribe que se "estaba cociendo en el fuego del infierno" o le avanza uno de los lemas secretos del libro: "te bautizo, no en el nombre del padre, sino en el nombre del diablo".
La vida el escritor de Moby Dick estuvo llena de desgracias, frustraciones y aventuras que vivía en primera persona como cuando fue secuestrado por una tribu de caníbales. En sus cartas leemos a un escritor que en privado también era deslumbrante con reflexiones muy interesantes: a los sesenta decía ya no se preocupaba por nada salvo por los buenos sentimientos y que la dignidad del ser humano no está en el trabajo sino en el tiempo de ocio.
Melville, que falleció en 1891, no disfrutó en vida del reconocimiento de Moby Dick. Con el tiempo se ha convertido en un fenómeno literario y se han ido conociendo las historias reales de balleneros y ballenas que inspiraron su relato.
Además, ampliamos recordando a los balleneros vascos que fueron pioneros y terriblemente hábiles en la caza de ballenas. Tanto que hasta 2005, en Islandia, se permitía matar vascos para evitar que pescaran en aguas que consideraban suyas. También visitamos el museo de la factoría marítima Albaola que tiene referencias a Moby Dick y a los viajes de los balleneros vascos y donde están terminando una réplica, utilizando técnicas tradicionales, del ballenero "Nao San Juan", que se hundió en las costas de Canadá en 1565 con casi 1.000 barricas de aceite de ballena. Hablamos de todo ello en este especial salpicado de distintas voces y cartas incluyendo el emotivo alegato para proteger a las ballenas escrito por una niña.
Laura Piñero
Cartagena (1985) Periodista de la SER desde 2009. Ha pasado por Hoy por Hoy, A vivir Madrid y actualmente...