Los resultados de las elecciones generales del 23 de julio dejan un panorama muy complicado desde el punto de vista de la gobernabilidad, en el que no se descarta la opción de una repetición electoral. El PP de Alberto Núñez Feijóo ha ganado las elecciones tanto en votos como en escaños. Los populares consiguen 136 escaños, 47 más que en la pasada cita con las urnas, pero el desplome de la ultraderecha hace que las cuentas no salgan. Vox, que se deja 19 escaños por el camino, ha conseguido 33 diputados, lo que hace que la suma de las derechas se quede en 169 escaños. 170 si le sumamos el escaño de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Estos 170 diputados serían insuficientes para conseguir formar gobierno, ya que la mayoría absoluta está en los 176. ¿Podría sumar la derecha algún apoyo más? Parece complicado que el PNV, Junts o Coalición Canaria den su apoyo (su o abstención) a un gobierno conformado por Vox. La otra posibilidad que tiene la derecha para gobernar es tratar de «sacar a Vox» de la ecuación, es decir, un gobierno en solitario del PP de Feijóo. Es cierto que en primera votación, parece complicado que PP alcance el umbral de los 176 votos a favor, pero en una segunda votación solo necesitaría más síes que noes. En este escenario, el PP podría tratar de presentarse en solitario para tratar de atraer el voto de formaciones nacionalistas más cercanas a la derecha. Desde Vox han deslizado que, por debajo de los 35 escaños, no verían la necesidad de pedir estar en el Gobierno, pero no han dicho nada sobre el signo de su voto. Un «sí» de la formación de Santiago Abascal y de UPN, serían 170 apoyos. con una abstención de Coalición Canaria, Junts y el PNV, Feijóo podría gobernar en solitario. Es una opción complicada, pero las matemáticas la avalan, ya que el número de «noes» de PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu y BNG sería de 167. Esto haría presidente a Feijóo. Incluso no sería nada descartable que Coalición Canaria, que no votaría un gobierno de PP+Vox, sí votase a favor de un Gobierno de Feijóo en solitario. Por parte de la izquierda, el llamado bloque progresista podría volver a hacer presidente a Pedro Sánchez pese a no ser el ganador de las elecciones. Los socialistas han conseguido 122 diputados, dos más que en las últimas generales, pero los 31 escaños de Sumar y el apoyo del resto de fuerzas de izquierdas sería suficiente para Sánchez siempre y cuando Junts se abstenga en segunda votación. El PSOE y Sumar, partidos que conforman la actual coalición de gobierno, obtienen 153 diputados. Si se repite la fórmula actual, conseguirían el apoyo de ERC (7), Bildu (6), PNV (5) y BNG (1). Esto son 172 síes en la investidura. Si Junts con sus 7 diputados se abstiene, saldrían 171 noes, los del PP, Vox, Coalición Canaria y UPN. Es decir, el partido de Carles Puigdemont tiene la llave para que se repita la coalición progresista en el gobierno. En resumen, Junts tiene la llave del Gobierno. Si la formación nacionalista se abstiene, Pedro Sánchez puede ser presidente del Gobierno. Si lo hace en una posible investidura de Feijóo y este cuenta con otros apoyos, también tendría vía libre para La Moncloa. Por el contrario, Si Junts vota que no tanto al bloque de la izquierda como al bloque de la derecha, nadie tendrá más síes que noes y España se vería abocada a una repetición electoral.