Científicos de EEUU y Europa demuestran que las olas de calor de julio están producidas por el cambio climático
Este mes se han registrado temperaturas por encima de 50 grados en el suroeste de Estados Unidos, sur de Europa y China y las olas de calor han provocado también grandes incendios forestales.
Las olas de calor registradas en Europa y América del Norte no se habrían producido sin el cambio climático provocado por los seres humanos, según demuestra una nueva investigación realizada por el grupo World Weather Attribution, en el que trabajan científicos del Centro del Clima de la Cruz Roja, el Imperial College de Londres o el Instituto Meteorológico de los Países Bajos.
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Este equipo formado por científicos de Europa y Estados Unidos ha advertido también que el riesgo de estas olas de calor puede multiplicarse por 50 durante los próximos años en el hemisferio norte y, además, no solo serán más frecuentes, sino también más intensas. Y la única solución es que los países reduzcan, de forma drástica, sus emisiones de por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas o el carbón.
El estudio encontró que, sin el cambio climático inducido por el hombre, el calor de China habría sido un evento de uno en 250 años, mientras que las olas de calor en Estados Unidos, México y el sur de Europa habrían sido estadísticamente casi imposibles.
En concreto, las olas de calor de este julio han aumentado la temperatura media 2,5 grados más en el sur de Europa, 2 grados más en América del Norte y 2 grados más en China, en comparación con lo que habrían sido si el hombre no hubiera calentado la atmósfera mediante la emisión de gases de efecto invernadero.
Futuro más negro
Si la temperatura promedio mundial aumenta dos grados por encima de los niveles preindustriales, se producirán olas de calor como las de este mes de julio cada dos a cinco años, según estos científicos que, por ejemplo, trabajan en el prestigioso Imperal College de Londres. Europa, en particular, se está calentando más rápido que el promedio mundial porque se encuentra entre las regiones del Ártico y el desierto del Sahara, cada vez más cálidas.
La experta en cambio climático Friederike Otto, del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente, dijo que el resultado de este estudio "no es sorprendente, porque el mundo no ha dejado de quemar combustibles fósiles, el clima continúa calentándose y las olas de calor continúan volviéndose más extremas. Es así de simple".
Sin embargo, según estos científicos, estas olas de calor no son aún la prueba de un “colapso climático” y, por lo tanto, todavía tenemos tiempo para asegurar un futuro seguro y saludable, pero necesitamos urgentemente dejar de quemar combustibles fósiles.
Medidas
"El calor es uno de los tipos de desastres más mortíferos", ha advertido a la BBC Julie Arrighi, investigadora del Centro del Clima de la Cruz Roja y también una de las autoras de este estudio. Según este nuevo informe científico, los países tienen que construir casas resistentes al calor, crear "zonas frescas" para que las personas encuentren refugio y plantar más árboles en las ciudades para poder enfriar el asfalto
Estos científicos advierten que el calor extremo es na amenaza muy grave para las personas, sobre todo, los ancianos y los niños. De hecho, se calcula que más de 61.000 personas en Europa murieron por causas relacionadas con el calor durante las olas registradas el pasado verano en Europa.
Incendios forestales, la culpa no es solo del cambio climático
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Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...