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El presidente de Níger, atrincherado en el palacio presencial ante el intento de un golpe de estado

Se trata del segundo intento que sufre el país africano después de que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa de golpe militar contra Bazoum dos días antes de su investidura

Mohamed Bazoum, presidente de Níger / Anadolu Agency

Níger vive este miércoles un segundo intento de golpe de Estado contra su presidente, Mohamed Bazoum, después de otro fallido en marzo de 2021, en un contexto de sucesión de intentonas durante los últimos tres años en varios países de África Occidental, que han ido rompiendo su alianza tradicional con Francia en favor de un acercamiento a Rusia.

El Palacio Presidencial de Níger en Niamey, en cuyo interior se encuentra el presidente Bazoum, está tomado desde esta mañana por efectivos de la Guardia Presidencial y militares rodean la zona, en lo que parece un intento de golpe de Estado.

Se trata del segundo intento que sufre el país africano después de que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa de golpe militar contra Bazoum dos días antes de su investidura, que se limitó a una serie de tiroteos cerca del Palacio Presidencial en la capital del país.

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Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado "con la mayor firmeza" el intento de golpe de estado en Níger y ha pedido que se proteja el orden constitucional en el país africano. En un comunicado emitido al mediodía, Guterres dijo que condena "toda tentativa de toma de poder por la fuerza y de atentado contra el sistema democrático, la paz y la estabilidad de Níger".

En estos momentos la situación en Niamey es confusa: el gobierno del país ha informado de "acciones antirrepublicanas" de la Guardia Presidencial, que desde hace horas tiene bloqueada la residencia del presidente Mohamed Bazoum, y este último aún no ha salido a aclarar su situación.

Guterres llamó a "todos los actores implicados" a mostrar autocontrol y "garantizar la protección del orden constitucional". El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que la ONU ha suspendido por el momento sus operaciones en el país mientras se clarifica la situación.

El 31 de marzo de 2021, las autoridades nigerinas ya abortaron una tentativa de golpe militar contra el presidente del país, Mohamed Bazoum, dos días antes de su investidura, que se limitó a una serie de tiroteos cerca del Palacio Presidencial en Niamey. Su victoria electoral se produjo en medio de protestas violentas de los seguidores de su principal contrincante en los comicios, Mahaman Ousmane, quien rechazó los resultados y se declaró ganador.

Un efecto dominó

La región de África occidental, conocida tradicionalmente por ser zona de influencia estratégica de Francia y alianza con la Unión Europea (UE), se está inclinando cada vez más hacia Rusia tras los cambios de régimen por los sucesivos golpes de Estado, que han afectado a Mali, Burkina Faso y Guinea-Conakri desde 2020.

Mali sufrió uno en agosto de 2020 liderado por el coronel Assimi Goita, que volvió a dar otro golpe en mayo de 2021 tras desacuerdos con el Gobierno de transición. Actualmente es el presidente de transición del país.

Desde entonces, el país africano ha ido reforzando la cooperación con Rusia y se ha apoyado en el grupo de mercenarios Wagner tras decidir Francia y sus socios europeos en 2022 una retirada militar de ese país, donde estaban presentes con la operación antiterrorista francesa Barkhane y las fuerzas especiales europeas Takuba.

Guinea-Conakri también sufrió un golpe de Estado dirigido por el coronel Mamadi Doumbouya el 5 de septiembre de 2021, en medio entonces de una indignación pública contra Francia. Otro país de la zona que está dirigido por una junta militar es Burkina Faso, que vivió dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre, a cargo del capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado del país.

"Estamos ante un efecto dominó que empezó en Mali y ahora afecta a Níger", explicó a EFE el profesor universitario marroquí Cherkaoui Roudani, experto en geopolítica y seguridad, para quien la inestabilidad política y social son el caldo de cultivo de la situación actual. Para el analista, lo que ocurre en la zona es la consecuencia de la presencia de un "entramado de intereses geoestratégicos" entre varias potencias mundiales y donde Rusia está reemplazando a Francia y a la Unión Europea en sus "tradicionales zonas de influencia".

Roudani también advirtió contra la anunciada retirada de las Fuerzas de estabilización de Naciones Unidas (Minusma) de Mali; una ausencia -dice- creará un "corredor terrorista" que se extenderá hacia África central y otras zonas del continente. Chad también sufre desde hace más de dos años una inestabilidad política, contando con un Gobierno de transición liderado por el general Mahamat Idriss Déby Itno, hijo del presidente Idriss Déby Itno, que murió en abril de 2021 durante enfrentamientos entre el Ejército chadiano y un grupo rebelde.

El pasado enero, el Gobierno de Chad informó haber frustrado una "tentativa de desestabilización destinada a atentar contra el orden constitucional y las instituciones" del país por parte de militares y un destacado defensor de los derechos humanos. Según el analista marroquí, el terrorismo en el Sahel está adquiriendo mayor activismo con la presencia de grupos leales a Al Qaeda y al Estado Islámico, sobre todo en la llamada área de las tres fronteras (entre Mali, Níger y Burkina Faso).