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"Lo de las vaquillas puede pasar... ¿pero esto?": lo que muchos han echado de menos en el nuevo 'Grand Prix'

"¿Qué será lo próximo?"

Ramón García y la supervaquilla. / TVE

Madrid

Televisión Española (TVE) estrenaba el pasado lunes el Grand Prix del Verano por todo lo alto con la emisión de su primer programa. Después de 18 años alejado de la pequeña pantalla, el mítico concurso de las vaquillas volvía nuevamente a la cadena pública de la mano de un Ramón García que también estaba de vuelta en TVE tras varios años de ausencia. Un primer programa que fue un éxito tanto en lo que se refiere a las críticas como a la audiencia, pues se convirtió en el mejor estreno del año tras reunir a 2.572.000 personas (26,1%) frente al televisor.

Por otro lado, el Grand Prix también recibía una gran acogida en redes sociales. Mientras que algunos reconocían haber sentido lo mismo que sentían cuando eran pequeños, otros recordaban lo mucho que les gustaba reunirse en familia para ver un mismo programa: "¡Buenísimo! ¡Qué recuerdos más bonitos cuando lo veía con mi hija y mis sobrinos! Gracias por traernos de nuevo la maravilla de este concursazo". Y es que, en un momento complejo para la televisión lineal, el Grand Prix conseguía volver a sentar nuevamente a toda la familia frente a un mismo televisor.

Lo que muchos han echado de menos

El nuevo Grand Prix no puede contar con vaquillas por la Ley de Bienestar Animal, lo que impide la utilización de animales en los programas de televisión. Sin embargo, el programa sí que ha recuperado algunas de sus pruebas más reconocibles en su vuelta a la televisión. Entre ellas algunas como Los troncos locos, La patata caliente o Los bolos. A pesar de que han introducido muchas otras pruebas nuevas, que sin duda alguna darán juego a lo largo de la competición, algunos echan en falta el hecho de que no hayan incluido las Manos locas.

¿En qué consistía esta prueba? Durante la primera época del Grand Prix, los vecinos y vecinas de uno y otro municipio tenían que disfrazarse de manos para participar en la que sin duda alguna se convirtió en una de las pruebas favoritas de muchos. Una vez hecho esto, y después de colocarse en una posición determinada, el programa emitía una melodía y las manos tenían que correr hacia el logo a la que les evocara la misma. En el caso de que se sonara alguna canción como, por ejemplo, Corazón Latino de David Bisbal, las manos tenían que correr en busca de un corazón.

"¿Qué será lo próximo?"

En su lugar, el Grand Prix ha incluido una prueba nueva conocida como Los pingüinos matemáticos. A pesar de que es bastante parecida a las manos locas, la audiencia ha echado de menos tanto las manos como el hecho de que ya no tengan que adivinar la melodía. En esta ocasión, los participantes tienen que resolver mentalmente un cálculo matemático y caer sobre el número que crean adecuado.

De esta manera, muchos han reconocido que les ha dolido más el hecho de haber perdido las manos locas incluso que las vaquillas: "Lo de las vaquillas puede pasar… ¿pero lo de las manos locas?". Bajo el punto de vista de la audiencia, el hecho de haber cambiado la prueba ha sido un auténtico error. Por todo lo demás, el programa ha recibido críticas muy positivas de gente que reconoce que han sabido adaptarse a la perfección a los tiempos actuales.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...